martes, 28 de mayo de 2013

Los TOCs, tu chica y vos. - La Payada de Kid Koala.


Dios le da pan al que no tiene dientes, dice el saber popular. También están los que esperan una lluvia de sopa con el tenedor en la mano. Un poco de esto, un poco de aquello y mucho de “pedazo de boludoooooo” es David González.  El tipo tuvo un golpe de suerte bárbaro; es un reciclador de casas y en una vieja casa que empezó a demoler para dejarla pipí cucú, lista para vender, encontró una copia de la Action Comics #1. No la de Morrison, la original, la de Siegel y Shuster. Encontró la revista en una de las paredes del inmueble, entre un “colchón” de diarios que usaron como aislante, por lo que el estado no era el mejor, pero estaba completa. Entra entonces... “La tía de la esposa”. González le da la revista a la vieja, en el medio discuten y en el pasamanos atolondrado de regreso rasgó la contratapa. La revista sigue valiendo cientos de miles de dólares, pero en esa acción imprudente se perdió un buen fajo de billetes (se dice que al menos US$ 75.000) para una revista que era un 3 y pasó a ser un 1.5 (en escala del 1 al 10).




Para que se hagan una idea, una Action Comics #1 valuada en 9, la de Nicolas Cage (sí, ESE Nicolas Cage), se vendió hace un par de años en más de dos millones de dólares. Acá está el link a la subasta que finaliza en dos semanas y cuya oferta ganadora es de US$ 137.000: http://www.comicconnect.com/bookDetail.php?id=499550 En fin, nada mal para una inversión de US$ 10.000, que es lo que González gastó en comprar la casa en la que encontró la primera aparición de Superman.

Arranco así porque claro, cualquiera de nosotros, comiqueros, sabe que no cualquiera puede tocar tus revistas. A mi ahijado, de seis años, no le doy ni siquiera una Condorito; así será hasta que cumpla... ponele que 13, 14 años. Seh, soy un poquito estricto. Me duele que me doblen el diario, por ejemplo. Sé que lo voy a tirar mañana o pasado, pero mi diario tiene que estar como me lo trae la diarera y así lo leo. No lo desarmo; no lo doblo y lo leo de principio a fin.

Esto del coleccionismo genera muchos TOCs. Además del “no toques mis comics” hay una cosa muy fuerte con las bolsitas. Todo se pone en bolsitas, pero cuando. por ejemplo, compramos un manga y viene embolsado, ESA bolsita es super preciada; por su tamaño es única; así que hay que aguantar las ganas de leer en el bondi y esperar a llegar a casa para abrir, prolijamente, ese plástico que vale oro y al que volverá el tomo chiquito para guardar en la biblioteca.

Parece mentira pero hay una manera de abrir un libro, de pasar las páginas de un comic o tocar un
figurine: la tuya. Y sí, uno ya lloró las hojas salidas de algún tomo de pegamento barato, o sabe lo que le costó volver a pegar ese brazo: en mi caso, una alita de Hawkgirl.

Ojo, que mi idea de mantener bien cuidadas mis cosas no es para tenerlas en una vitrina y no volver a leerlas nunca más, pero cuando tenés revistas que tienen 20 años y están hechas pija, te da cosita no haberlas cuidado mejor para disfrutarlas sin culpa.

Ahora, ¿qué pasa con los demás? La familia puede ser adiestrada, educada, formada para tratar con cuidado, o directamente no tratar, con tus cosas. Las visitas ocasionales en general mantienen la compostura y se abstienen de toquetear las cosas. Tus amigos ya saben que sos un enfermo o son tan enfermos como vos, aunque nunca falte el mamarracho que trata todo, sus cosas también, como si fueran el diario en el que vinieron envueltos los huevos del super de los chinos.

AHORA...

Si es alérgica al polvo, cagaste. Es una relación imposible. Además del polvo obvio (je) estoy hablando del que se junta en cualquier lugar abarrotado de cosas como puede ser nuestro cubil felino (?). Se trata de... La novia del comiquero, del geek, del freak, del boludito que lee los comics, es un ser abnegado, conciliador; una mezcla adecuada de buena voluntad e infinita tolerancia. Las vemos ahí, por detrás del sujeto, bastante detrás, mirando la nada, y si se aburre de la nada capaz dirige la vista hacia los muñequitos (“muñequitos”, nada de “action figures”) mientras el tipo revisa bateas y se ennegrece la yema de los dedos como hacían antaño cuando ibas a sacar el DNI. De izquierda a derecha, meticulosamente, dale que va. Hay que decirlo, uno, como varón, no le pone tantas ganas como la flaca. A mi no me vas a ver entrar a un local de ropa de mujeres y quedarme 15 minutos. Y si la vendedora está buena, menos. Nadie quiere ligar un reto, sopapo o arruinar una linda tarde de domingo por revolear los ojitos para pispear un poquito.

Nunca fui un evangelista de la historieta. Jamás prediqué la palabra de Alan Moore ni quise ser profeta de Morrison, so, nunca le dije a alguien “¿lees comics? ¿No? Tomá, leé esto que está buenísimo”. Sí me pongo a leer en cualquier lado y si alguien pregunta, dale, hay muchas cosas copadas para recomendar.  Y lo mismo en pareja. So, los comics están ahí, a montones, si quiere leer algo, que lo agarre. Se tiene que bancar un viaje si veo que no lee los libros abriendolos en forma de V a 45 grados, pero todo bien. Scott Pilgrim, Bone, Sandman y, ahora, Saga son los caballitos de batalla para sumar gente al lado oscuro.

Ahora, un tópico común entre los comiqueros es “qué recomendar” pero hay otro igual de importante y mucho menos quemado que es “qué NO recomendar”. Y en ese sentido depende mucho de persona a la cual vas a orientar, pero estoy muy seguro de que si a tu chica le das La Broma Asesina de Batman para arrancar sos un enfermo mental. Imaginate: “Tomá, lee ESTO” y la flaca, virga total de viñetas, que capaz lo único que leyó en toda su vida fue... Gaturro (brrrrr) se encuentra, a mitad de la historia con el Joker pegándole un tiro a una mina a la que pone en bolas para sacarle fotitos (y no sé si nada más). No, nene, no!

Creo que Preacher es un comic para hombres. Al fin y al cabo es la historia de una amistad entre dos del género; pero además Jesse Custer es uno de los personajes más machistas del comic. So, otra para la lista de los no. Incluso Wonder Woman suele ser lo que un tipo, el guionista, CREE que es un personaje femenino con el que una mujer se pueda identificar y al final termina siendo más pelotas que el propio Superman. Puede ser que después le guste, pero no recomendaría nada del mainstream, de rayitos, pelea o capuchas, para que alguien se enganche con eso. Salvo que sea un pibito de 10 años. Ahi capaz hasta le doy una Youngblood pensando que le puede llegar a gustar. En serio.

Tu novia. Tu mujer. La bruja (?). Que linda que es. Nosotros, los de los berretines juveniles (le estoy sumando 10 años al vicio para que de una cifra adolescente) y manías compulsivas las queremos tanto como a nuestras revistas. ¡Es una Joda, cheeee!