viernes, 17 de mayo de 2013

Asuntos Internos… en el Norte – Segunda Parte - La Columna de Logan.




La semana pasada me agarró un virus, seguramente relacionado con el cambio de estación (?) y me afectó jodido, razón por la cual comencé una reseña sobre los más importantes organismos de seguridad de U.S.A., intentando armar un relato medianamente entretenido y sobre todo conciso. Lo segundo fue un fracaso ya que solo pude explayarme en el F.B.I., esta semana le toca el turno a la agencia, y casi al final me explayo rápidamente en la N.S.A. y la D.H.S.

C.I.A.

No existe organismo u agencia norteamericana más entretenida de recorrer –tanto en su historia como en su accionar- como la Central Intelligence Agency, mejor conocida como la C.I.A., que en castellano significa Agencia Central de Inteligencia. Creada el 18 de septiembre de 1946 por el presidente Harry Truman, la C.I.A. fue un reemplazo de la O.S.S. (Office of Strategic Services - Oficina de Servicios Estratégicos) que fue armada en la segunda guerra mundial para ejecutar misiones de espionaje y apoyo a la resistencia tras las líneas enemigas. El origen y accionar de su precursora marcarían el camino a seguir durante toda la existencia de la agencia, así como también la fuerte relación que tiene la misma con las fuerzas armadas: la C.I.A. investiga y planifica, y luego el brazo ejecutor en el campo está liderado por agentes de esta oficina pero siempre apoyados por la milicia, lo cual hace que sus misiones tengan un impacto mucho más alto que el que llevan adelante otras agencias, y cuando estos operativos son recuperados por algún guionista y puestos en la pantalla grande son sumamente entretenidos y tienen altas dosis de adrenalina.
La sede central de la C.I.A. está ubicada en Langley, Virginia, y resulta imposible poder saber con precisión la cantidad de empleados con los que cuenta pero se estima que rondan los 20.000, colocándose junto con la N.S.A. justo detrás del F.B.I., y un enorme porcentaje de los mismos dedican su vida entera como agentes a relacionarse con extranjeros, transformándose en la columna vertebral de la agencia. La inteligencia de la agencia está dictada por las relaciones que estos agentes operando en el exterior establecen con el enemigo, y gran parte del entrenamiento que tiene cada uno está orientado a poder interrelacionarse con culturas radicalmente opuestas a la norteamericana, al punto tal que incluso muchos de los mismos terminan conformando una familia en el exterior y cambiando su credo por el local.
Volviendo al origen, a muchos lectores les alegrará saber que la motivación que tuvo Truman para crear la agencia (cuando hablamos de la agencia nos referimos a la C.I.A.) fue el narcotráfico de heroína, opio y morfina por parte de las mafias italianas y chinas, redes de narcotráfico en las que estuvieron involucrados Lucky Luciano y Frank Costello, el 1ro disfrutando de un indulto cedido por la O.S.S. luego de haber colaborado con esta oficina durante la guerra, pateándole en contra al mismo Mussolini. Lucky no tiene huevos Luciano le decían en el barrio. xD. Y aquí ya hay un antecedente importantísimo de la agencia: cierran un trato con alguien que, años después, termina metiéndoles un palo en el orto, como sucedió con Saddam Hussein.

Casos Famosos


Es casi imposible poder mencionar los triunfos de la agencia, dado que cuando las misiones son exitosas, C.I.A. estuvo involucrada. Lo que sí podemos establecer con seguridad es la época de oro de este organismo, misma que se dio durante la Guerra Fría, en la cual sus mayores contrincantes fueron la KGB soviética y la Stasi de Alemania Oriental. En esos años llegó a contar con un gran entramado de agentes, y era reconocida como la agencia gubernamental que mejor pagaba. El nivel de paranoia que tenían era tal que cada locación extranjera disponía de grandes incineradoras capaces de quemar toneladas de papel al día con información innecesaria. Durante la historia de la C.I.A., por supuesto, no todas sus acciones fueron de espionaje: la agencia es famosa por haber estado detrás de múltiples tareas de entrenamiento de insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas de la Casa Blanca. Durante la guerra fría la agencia aportó datos de gran utilidad que luego el gobierno de turno uso o desatendió dependiendo del caso, como por ejemplo la advertencia de que la Guerra de Vietnam no podía ser ganada únicamente con la potencia de fuego, o la información estratégica de la cuantificación del potencial nuclear real soviético, que fue el principal sostén de la paranoia norteamericana de la era atómica.
En relación a esto último, entre los fiascos mas grandes se cuenta, sin lugar a dudas, la invasión de Bahía de Cochinos, una desastrosa operación que se desarrolló en el mes de abril de 1961 y que tuvo como consecuencia la Crisis de los Misiles de Cuba, también llamada la Crisis de Octubre, un momento crítico de la política internacional yanquie que casi nos deposita en una 3ra Guerra Mundial. Para mas referencias sobre esto, ver Thirteen Days (2000), con Kevin Costner.

La C.I.A. en el cine y la T.V.

Si de algo podemos estar agradecidos es de la tela que la agencia nos ha dado para poder cortar con los medios audiovisuales, sobre todo para el cine. Las películas más entretenidas relacionadas con organismos de defensa de U.S.A. tienen a la C.I.A. como eje, y algunos agentes de ficción incluso terminaron siendo personajes memorables, con mas que dignas interpretaciones. Un lugar enorme dentro de esta filmografía la ocupa el personaje creado por el escritor Tom Clancy, el agente Jack Ryan, que tiene en su haber la para nada despreciable cantidad de 4 películas que adaptan alguna de las 15 novelas que lo tienen como protagonista. The Sum of All Fears (2002), con Ben Affleck en la piel de un joven Ryan, es la más reciente, pero seguramente las más recordadas y festejadas por los fans son Patriot Games (1992) y Clear and Present Danger (1994), ambas dirigidas por Phillip Noyce y protagonizadas por Harrison Ford. En esta última, algunos personajes del libro, como Ernesto Escobedo, y ciertas partes de la trama son similares a la historia real del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, fundador del poderoso y temible Cartel de Medellín. Hermoso nene. El otro film de Ryan que nos queda por mencionar es el más viejo de todos, The Hunt for Red October (1990), que si bien adapta la 1er novela de Clancy con su personaje favorito como protagonista, cronológicamente está ubicada después de Patriot Games. Cabe aclarar que gracias a Moore, por el momento las películas vienen llevando el mismo nombre que las novelas, ¿no? Este primer film lo tiene a Alec Baldwin llevando adelante a nuestro héroe, y a Sean Connery como el capitán soviético desertor de nombre Marko Ramius, y está dirigido nada más y nada menos que por John McTiernan, el maestro que puso el ojo detrás de Die Hard, la mejor película de acción de todos los tiempos. ¿Hay equipo, no? Si, casi: Baldwin estaba todavía medio verde como actor y este no es uno de sus mejores momentos, pero con Sir Connery y McTiernan en la dirección alcanza y sobra para pasarla de reputísima madre. Y si no te alcanza con eso también están Sam Neill y James Earl Jones, negro. Coméla.
Este año tenemos un nuevo film con este agente como protagonista, mismo que estará dirigido por Kenneth
Branagh, pero prefiero no hacer comentarios al respecto dado que… esta sería la 1er película que no adaptaría una novela de Tom Clancy sino que tendría un guión original inspirado en las aventuras aún no contadas de Ryan. 11 novelas aún sin adaptar y hacen esto. Viva Hollywood, carajo (?). El siguiente agente de la C.I.A. mas festejado es el imbatible Jason Bourne, que cuenta con 3 films en su haber, todos protagonizados por Matt Damon, el 1ero de la trilogía dirigido por Doug Liman y las dos secuelas por Paul Greengrass, un británico que está haciendo una carrera tremenda con violentos y efectivos largometrajes retratando eventos históricos importantes [como con Bloody Sunday (2002) o United 93 (2006)] o directamente denunciando pantomimas armadas por el ejército yanquie para justificar una invasión a un país de medio oriente, como en Green Zone (2010). Obviamente, cita obligada de esta lista es el último film ganador del oscar, Argo (2012), dirigida y protagonizada por Ben Affleck, donde vemos un operativo de rescate de la C.I.A. en todo su esplendor, seguida de otro film nominado al oscar de este año, Zero Dark Thirty (2012), que nos muestra con lujo de detalles todo el trabajo de inteligencia que realizó la agencia para terminar capturando y matando a Osama Bin Laden en el 2011. Una película que me encanta es The Recruit (2003), donde nos muestran las pruebas de reclutamiento de la agencia, y el zarpado entrenamiento que cada agente tiene, protagonizada por Colin Farrell, Al Pacino y Bridget Moynahan. Body of Lies (2008) es un film dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Leonardo DiCaprio y Russell Crowe que narra un operativo de la C.I.A. en Jordania siguiendo el rastro de un terrorista de alto rango, y Fair Game (2010) es una película protagonizada por Naomi Watts y Sean Penn en donde nos cuentan los pesares por los que tuvieron que pasar la agente de la C.I.A. Valerie Plame y su marido al denunciar que era imposible que el uranio enriquecido haya salido de Níger en dirección a Irak sin que el gobierno de Estados Unidos lo supiera. Esta última está basada en hechos reales, y no es la única: The Good Shepherd (2006), es una película protagonizada por Matt Damon y Angelina Jolie acompañados por John Turturro, Alec Baldwin, William Hurt, Joe Pesci, Timothy Hutton y Robert De Niro, quien además la dirige y nos narra la vida de Edward Wilson, un universitario que formó parte de los fundadores de la C.I.A.; Charlie Wilson's War (2007), protagonizada por Tom Hanks, Julia Roberts y Philip Seymour Hoffman, tiene un guión que adapta la novela Charlie Wilson's War: The Extraordinary Story of the Largest Covert Operation in History, de George Crile III, y nos revela la ayuda millonaria que recibieron los Muyahidines –los guerreros afganos- por parte de un congresista yanquie, una anti-comunista texana forrada en guita y un agente de la C.I.A., los cuales llegaron a fomentar incluso una alianza casi imposible entre paquistaníes, israelíes, egipcios, abogados y una bailarina de la danza del vientre durante los nueve años que duró la ocupación soviética en Afganistán.
Finalmente, para no prolongar esta lista al infinito y más allá, recomiendo ver Salt (2010), Spy Game (2001) –del fallecido Tony Scott- y Safe House (2012), que sin llegar a ser peliculones son muy entretenidas, tienen toneladas de acción y muestran otras facetas de la agencia. Taken (2008) no es un film que podríamos encolumnar dentro de esta lista, pero lo cierto es que Liam Neeson le pone la piel a un agente de la C.I.A., Bryan Mills, y si bien la trama no gira alrededor de un operativo de la agencia, es una película del carajo digna de ser vista más de una vez. Lo mismo con Ronin (1998), de John Frankenheimer. En el film, Robert De Niro es también un agente de la C.I.A., pero no somos testigos de un operativo ni de nada que toque de forma frontal a la agencia… pero es una muy buena película de acción. JFK (1991), en cambio, si puedo situarlo aquí dado que el argumento sobre el que Oliver Stone dirigió este film está inspirado en archivos que la agencia liberó unos años después del asesinato de John F. Kennedy.
En televisión, la C.I.A. se ha destacado poco y nada, con producciones que no siempre tienen la calidad que la historia y el accionar de la agencia amerita. La más digna de las series que debería mencionar es uno de los productos de J. J. Abrams, Alias (2001/2006), donde Jennifer Garner le da vida a la agente de la C.I.A. Sydney Bristow.

N.S.A. y D.H.S.

Aguanten un round más que ya casi estamos. La Agencia de Seguridad Nacional (National Security Agency, también conocida como N.S.A.), es una agencia de inteligencia criptológica del Gobierno de los Estados Unidos que forma parte del Departamento de Defensa y que fue creada el 4 de Noviembre de 1952 por, una vez más, el Presidente Harry S. Truman. La misma es responsable de obtener y analizar información transmitida por cualquier medio de comunicación, y de garantizar la seguridad de las comunicaciones del gobierno contra otras agencias similares de otros países, utilizando la técnica del criptoanálisis. La oficina central está en Fort Meade, Maryland, aproximadamente a 33 km al noreste de Washington D.C., y la escala de las operaciones en las que se involucra es difícil de determinar a partir de los datos no clasificados, pero una pista es el uso de electricidad de la oficina central: El presupuesto de la N.S.A. para electricidad excede los 21 millones de US$ por año, haciéndolo el segundo mayor consumidor de este recurso del Estado de Maryland. Las fotos aéreas han mostrado que hay aproximadamente 18.000 plazas de aparcamiento en el lugar aunque se cree que el número de empleados puede doblar este número, muchos de los cuales están esparcidos por todo el mundo.
Por otro lado, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (United States Department of Homeland Security), abreviado como D.H.S. y comúnmente llamado Seguridad Nacional (Homeland Security), es un ministerio del Gobierno de los Estados Unidos con la responsabilidad de proteger el territorio estadounidense de ataques terroristas y responder a desastres naturales. Fue creado a partir de 24 agencias federales ya existentes en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001, así que podemos entenderlo como un sub-departamento que utiliza super-agentes altamente entrenados de otras agencias que ya hemos revisado con el objetivo de combatir el terrorismo en casa. El mejor ejemplo que podemos tener hoy en día para entender cómo funciona el D.H.S. es la serie Homeland (2011), donde si bien los personajes más importantes son agentes de la C.I.A., utilizan información cedida por la N.S.A. para la toma de decisiones de algunos operativos, y tienen acceso de primera mano también al Field Intelligence Groups del F.B.I., el enclave del buró que agrupa toda la inteligencia de la Agencia Federal de Investigación dedicada al terrorismo local.

 Finalizando la reseña, recomiendo ver el film Mercury Rising (1998), donde un agente del F.B.I. personificado por Bruce Willis tiene que proteger a un niño autista de las garras de… un puñado de agentes de la N.S.A. que temen que el pibe sea el único ser vivo capaz de descifrar un código ultra-jodido. Un interesante croos-over entre agencias gubernamentales decentemente llevado adelante por un ignoto Harold Becker. Casi tan ignoto como quien escribió esto, y que acto seguido los invita a que regresen la semana que viene para volver a leerme, acá, en Tierra Freak.