Lo descubrí en tacos de Zinco. Los Titanes, Crisis y ese anual de Secret Origins que publicó Perfil. Para cuando empecé a leer y comprar el vicio en inglés, a mediados de los noventas, el tipo estaba intentando volver a ser, haciendo de segunda guitarra para Dan Jurguens en unos Titans que no tenían nada que ver con los míos. Tuvieron que pasar un par de años para que regresara en toda su gloria con los Avengers. Desde entonces lo seguí a todos lados, por eso, a George Pérez lo llamo, cariñosamente, “el tío George”.
George Pérez nació en 1954, en el coqueto barrio del Bronx, en New York. Su amor por los comics empezó de chico, cuando ni siquiera hablaba inglés, dado que el idioma que se manejaba en su casa era el castellano de sus padres puertorriqueños. Batman, la Legión de Superhéroes, Fantastic Four, Thor, Metal Men y Metamorpho, entre otros, fueron los títulos que causaron impresión en el niño y desataron unas eternas ganas de dibujar, tan contagiosas que hasta su hermano menor, David, lo emuló por buen tiempo. No sobraba el dinero en la casa de los Pérez, pero las bolsas de papel marrón de las compras eran potestad de los pequeños, que usaban ese papel para dibujar.
A los 19 años, Pérez ya estaba casado y trabajaba en un banco, pero ser artista de comics seguía siendo su sueño. Rich Buckler lo contrató como asistente y fue bajo su padrinazgo que comenzó su carrera profesional, pagando mucho derecho de piso, buscando material de referencia para Buckler, pero entusiasmado por la posibilidad de visitar las oficinas de Marvel. Apenas unos meses después, en 1974, mete un back-up de 2 páginas en la Antonishing Tales #25 y luego lo ayuda a terminar un trabajo para una historia de Monsters Unleashed. La gran oportunidad le llega con Man-Wolf, en Creatures on the Loose. Ávido de trabajo, dinero y empezas a hacerse un nombre en la industria, toma otro trabajo en simultáneo, Sons of the Tiger para el magazine blanco y negro titulado Deadly Hands of Kung Fu; el editor de esa revista era un tal Marv Wolfman, pero aún faltaban varios años para capitalizar esa sociedad, en la vereda de enfrente.
Hizo cientos de personajes, quizás miles, con tanta saga cósmica que le tocó dibujar. Y en sus idas y venidas por Marvel y DC, ligó su nombre a dos series emblemáticas: Avengers y New Teen Titans. Por cronología, toca hablar de los de Marvel.
El barbeta comenzó su romance con la banda del Cap, en el número #141 de la serie. Hay que decir que a esta altura, el estilo de GPz todavía era bastante similar al de Kirby (las tintas de Joe Sinnot acentuaban aún más esa influencia). Pero es en este título donde Pérez evoluciona como dibujante hasta obtener su propia onda: lleno de detalles, laburo de fondos dinámica, clásico, poderoso; con una mejor comprensión de los personajes y su forma de actuar incluso. Acá sacó chapa; con estos números se perfiló como uno de los mejores dibujantes de los Avengers. Sigue por unos años, con varios huecos dado que seguía trabajando en Fantastic Four. Esta necesidad de aceptar varios trabajos a la vez luego mutó a costumbre y perjudicó varias veces el laburo del querido gordo. Durante esta “run”, tiene varios entintadores: Vince Colleta; Sam Grainger; Mike Espósito; Pablo Marcos; Dan Green... Bueh, se entiende que era un despelote, ¿no? En el medio, un número aniversario, el #150, y dale que va... Así al ojo, por las tapas, George Pérez ya está en su salsa por el #167 (enero del ’78, a sólo 3 años de haber empezado su carrera pro, haciendo hasta tres series al mes), ahí se mandó una tapa espectacular con Beast dándole masita a un monigote y alrededor de una decena de Avengers y villanos. John Byrne empieza como dibujante estable del título en el #181, pero Pérez sigue haciendo portadas muy seguido y regresa con toda la gloria en el #194, hereda al entintador de Byrne, Terry Austin, ¡y la combinación es tremenda! Después se manda un #200 espectacular, ese que Miss Marvel se va para noviar con su hijo Marcus (!!!), un par de números más y... llegando a fines de 1980: hasta luego Avengers, hasta luego Marvel. Hola DC.
¿Por qué Pérez, atraído a pasarse a la contra por la Liga, no se dedica a pleno ahí? Porque fue junto a Marv Wolfman que creó uno de los títulos más exitosos de DC: New Teen Titans. Para mí, acá es dónde George Perez saca la ultra chapa. Total. Para que se den una idea, durante los casi tres primeros años del título sólo se pierde los #5, #35 y #36. Nunca antes en su carrera había logrado una seguidilla de números como la del #6-#34 (23 números): en Avengers y FF, sólo 5 números seguidos y en JlofA, 6. Nada, New Teen Titans le peleó durante años, palmo a palmo, el título de “más vendido” a los X-Men de Chris Claremont y John Byrne o Dave Cockrum o Paul Smith. Cyborg, Starfire, Raven y en menor grado Changeling fueron la primer chance del artista de crear sus personajes. Un nivel de participación mucho mayor del que había tenido jamás, un pago de royalties atractivo y una libertad creativa que disfrutó muchísimo posibilitaron muchos años de grandes historias. “¿Quién es Donna Troy?”, “The Judas Contract”, la saga de Trigon, Deathstroke, Nightwing, Terra, Brother Blood, HIVE, Jericho, el casamiento de Donna... Que tremenda serie.
Tras el #5 de la nueva serie de los Titans, la Baxter, la de papel más lindo y gruesito, esa que empieza con otra saga frente a Trigon, Pérez abandona la serie (lo reemplazaría un estupendo José Luis García López) para abocarse a una tarea mayor, algo para lo que estaba hecho: Una saga multiversal mega archi hiper cósmica llena de personajes!!! ¡Crisis! ¡On Infinite Earths!!!
Después de esto, se hace un tiempo para participar con unas páginas en la Batman #400 (otro número redondo para el recuerdo por sus colaboradores all-star) y concluye 2 años terribles con History of DC Universe, hecho un zarpado ídolo. Supongo que a George le dijeron “¿Y? ¿Qué querés hacer? Decinos y te lo damos”. Y eligió Wonder Woman. Pérez ya había ploteado con Wolfman varios números de los Titans, pero nunca antes había guionizado totalmente. WW es su debut como artista integral. Y los resultados son muy buenos: Le da un origen respetuoso del original, pero más enraizado con la mitología Griega, explica el porqué del traje, mete dioses a cagar, y dibuja un montón. Su etapa como integral duró un par de años, pero como escritor y portadista llevó a la amazona hasta la década siguiente. Cuando pienso en Diana, siempre la imagino dibujada por él.
Finales de los ochentas, principios de los noventas. Esa dificultad para decir “no” a cada trabajo que le ofrecían se vuelve un mono en la espalda. Sin abandonar WW vuelve por un año, aproximadamente, a New Titans. Empieza con el #50 (diciembre del ’88), cuando inicia la saga “Who Is Wonder Girl”. Esta vez, como dibujante y coplotter. En el ’89 se hace cargo de los lápices de Action Comics, hace 9 números (#643-#652). En WW su último número en los lápices es el #24, pero se queda un par de años más como guionista y portadista, o plotter. Su última participación en el título fue el #62, entrados en el ’92, cuando ya estaba realizando material para Marvel de nuevo.
Sin duda, lo más rescatable que hizo durante la primera mitad de los 90’s es Hulk: Future Imperfect (’92) junto a Peter David. Un año después se asociaron nuevamente para el sello Epic con Sachs and Violens.
En una de esas editoriales de dos pelos de los noventas, Tekno Comix, dibuja I-Bots (1995), una serie basada en una novela del conocido escritor de ciencia ficción, Isaac Asimov, “I, Robot”. Hace unos cuantos números de Ultra-Force, otro super grupo más en su currículo; y hace guiones para Silver Surfer (#111-#123)... Nada demasiado demandante. Marvel y DC no lo buscaban con ganas y estas efímeras editoriales pagaban mejor. El billete era bueno, pero los personajes no lo atraían en absoluto y veía a muchos de ellos como copias baratas de los personajes que leyó en su infancia y dibujó con pasión hacía pocos años. Ultraforce/Avengers, para Malibu, le devolvió el norte a su brújula, y las ganas de ponerle pilas a volver a dibujar aquellos personajes que siempre quiso.
En Marvel se habían mandado una cagada muy grande cuando le dieron Avengers a Rob Liefeld (y el resto de los títulos al susodicho y Jim Lee, pero es otra historia). Para redimirse, relanzaron el título con un nuevo #1, Kurt Busiek , y una leyenda viva y con historia en el título: George Perez, claro, volvía a dibujar esa serie luego de 18 años. Nada... la rompió. Con tintas de Al Vey (que, seguro que no casualmente, en su momento le pasó lustre a un novato Tom Grummet en New Titans cuando Pérez dejó el título por última vez) y el colorista Tom Smith (uno de los preferidos y colaboradores históricos de George) volvió a estar en los primeros puestos de consideración de los fanas e incluso ganó varias encuestas anuales. Los primeros 25 números de Busiek-Perez son gloriosos. A mi entender, luego del #29, los dibujos cayeron maaaaaal, y es de lo más flojo que le ví al tipo en toda su carrera. Esos dibujos del #34 son horribles. “Esto es Perez?? Hijo de puta!”. Y sí, te puede defraudar a veces. ¡Es humano!
Cuando abandona Avengers, por problemas de salud supuestamente, sorprendió cuando al toque firmó un contrato con exclusividad para CrossGen, cuando no era tan común como ahora esto de la exclusividad, y porque sabíamos que los títulos de CG eran pedorrísimos!!! En la editorial de Mark Alessi hace unos números de CrossGen Chronicles y algo llamado Solus (con Barbara Kesel. Mi fanatismo no llega como para tratar de averiguar qué será eso), pero algo sucedió que detuvo el trabajo...
Pérez volvió a CrossGen para cumplir el contrato, pero la editorial entró en
bancarrota poco después. En 2005 DC le hizo un contrato de exclusividad por cinco años que aparentemente ya expiró, pero el tipo sigue ahí. En la última década no le faltó trabajo al veterano. En un negocio que escupe a los viejitos (busquen la carta abierta de Jerry Ordway, que publicó hace poco en su blog), Pérez, de casi sesenta años hizo tintas sobre el prócer de José Luis García López en Return of Donna Troy; Brave and the Bold junto a Mark Waid; Infinite Crisis, salvándole las papas a un decepcionante Phil Jimenez (veinte años después, Pérez le enseñó cómo se hace a uno de sus mejores discípulos); se sacó las ganas de hacer a la Legión, con Geoff Johns en Legion of Three Worlds; terminó Games, la graphic novel de los Titansrelanzó, como escritor, la serie de Superman para el New 52 y actualmente dibuja World’s Finest, la serie de Power Girl y Huntress que escribe Paul Levitz, a quien conoce desde sus épocas fanzineras.
