viernes, 17 de abril de 2020

Devs - O cuando Mr. Robot conoció a Lost - La Columna de Logan


La relación entre el hombre y la tecnología es un tópico que se vuelve cada vez más recurrente en las manifestaciones multimedia a medida que pasan los años, y conforme vamos avanzando en el apartado técnico, desarrollando un hardware cada vez más potente para incursionar en aspectos relacionados con nuestra sociedad, el tema se vuelve mas interesante porque llegado cierto punto el único límite que tendremos será nuestra creatividad. Con el paso del tiempo nos será posible seguir avanzando en el conocimiento de la mecánica cuántica, por ejemplo, y quizás en un futuro no muy lejano la tecnología combinada con nuestros conocimientos nos permitan aunar todas las interpretaciones sobre esta rama de la física y ahí finalmente podamos dar pasos definitivos hacia la exploración de otros campos que por el momentos solo se manejan en el marco teórico. El escritor y guionista británico Alex Garland intentará entretenernos con algunos planteos similares con un proyecto super personal y muy reciente de nombre Devs, una mini-serie televisiva de solo 8 capítulos que estaba saliendo semanalmente por la cadena Hulu en el segmente Fx on Hulu (que como muchos de ustedes sabrán forma parte del conglomerado de Disney), y que finalizó esta semana. Hoy en Tierra Freak nos adentramos en el tecno-conspiranoide mundo de Devs.

El camino de un Visionario

Antes de avanzar un poco en la trama de la serie voy a ofrecerles algo de contexto sobre su creador, el ya mencionado Alex Garland, quién en este caso puntual asumió el rol no solo de ser el showrunner de Devs sino también el único escritor y director de cada uno de los 8 episodios, algo poco habitual en este medio en el cual muchas personas suelen meter mano en la escritura y dirección de los capítulos de cada temporada y por eso suele ser tan necesaria la labor de un director de orquesta que unifique un poco todas esas corrientes narrativas.

Garland comenzó a ser tenido en cuenta por mi generación cuando publicó su primer novela, The Beach, en 1996, la cual en muy poco tiempo se transformó en un libro fundamental para entender la narrativa literaria de esa década y entender lo que estaba pasando por la cabeza de esa generación. La novela, como muchos recordarán, terminó siendo adaptada al cine por Danny Boyle, quien en el año 2000 estrenó una película homónima con Leo DiCaprio como protagonista, así que aquellos que no leyeron aquel libro quizás sí están familiarizados con el film, el cual se acerca bastante al material original. Nuestro homenajeado el día de hoy publicó una 2da novela en 1998 que se titula The Tesseract, y aún cuando la misma presenta una narrativa fresca y muy distinta a la de su anterior obra, y tanto por las temáticas que aborda como por el cuerpo de la misma es incluso más interesante que The Beach, la misma no gozó de la misma fama y pasó sin pena ni olvido por las góndolas de las librerías, y nadie se acuerda de ella. Una lástima.


Amigado con su coterráneo Boyle, lo convoca para darle una mano con el guion de un film inglés que presentaría un refrescante relato sobre un apocalípsis zombie, 28 Days Later (2002), el cual se terminaría transformando en un clásico indiscutido de la filmografía de este director pero también se convertiría en una de las películas mas geniales que nos dio ese año, y significaría para el cine un nuevo revival del género Zombie, completamente renovado y con una clara inspiración en videojuegos como Resident Evil, una de las inspiraciones que Garland reconoció públicamente a la hora de escribir este guión. La sociedad con Boyle sigue su curso y manifiesta con un 2do guión, Sunshine (2007), una épica Sci-Fi que vuelve a tener entre sus protagonistas a Cillian Murphy, quién ya había liderado el casting en 28 Days Later. En el medio entre ambos proyectos le pagaron U$S 1.000.000 por la escritura de un guion que adapte al cine la franquicia gamer Halo, un proyecto que al final nunca vio la luz. Tranqui 120, ¿no? Un palo verde por un guion que jamás se filmó. ¡Que fácil es lavar plata en la industria del cine, loco!

En 2012 se estrena Dredd, una nueva adaptación cinematográfica de la historieta europea Judge Dredd de la clásica revista de antología 2000 AD. Obviamente el guion adaptado corrió por cuenta de Garland (sino claramente no la estaría mencionando acá) y tuvo el protagonismo del genio de la vida Karl Urban, quién en el 2018 salió a decir públicamente que la presencia de nuestro querido Alex en el set de dicho film era tan constante que casi se podría decir que la dirección también debería llevar su crédito.


Dos años después se estrena su debut como director, Ex Machina (2014), la película por la cual su nombre pasó a ser conocido por todo el populacho... porque viste como es esto, la gilada solo recuerda tu nombre cuando la re pegas en Hollywood, obvio. El film por supuesto que tuvo su firma también en el guión, y estuvo protagonizado por Domhnall Gleeson y Oscar Isaac, dos actores que en ese momento eran un cero a la izquierda y hoy ambos tienen bastante chapa. En un rol menor pero para nada secundario está también Alicia Vikander, la ¿actual? Tomb Raider si es que la franquicia no se vuelve a resetear. La historia gira alrededor de un bizarro y muy entretenido Test de Turing que lleva adelante un excéntrico millonario de la informática (Isaac) con uno de sus empleados (Gleeson) para poner a prueba una inteligencia artificial (Vikander), pero por supuesto todo se torna muy turbio y se termina desmadrando. Lo interesante del film es que, una vez más, fue casi un anticipo de lo que veríamos años después en relación a esa temática, tanto en cine como en la caja boba. Ojo: ya estaban dando vuelta cientos de producciones audiovisuales abordando la problemática de la I.A., pero la diferencia en Ex Machina es el tratamiento cuasi-filosófico que se le da a la temática, y la forma en que el film es abordado, con un ambiente sofocante y un relato llevado adelante por la interacción entre 3 personajes. El film tuvo un rebote enorme, fue muy bien recibido por la crítica e incluso el guion tuvo una nominación al Oscar, pero en taquilla apenas si duplicaron lo que habían invertido. Una lástima, porque la producción tiene una estética preciosa y muy personal, tiene un montón de FX's prácticos muy bien trabajados y hay un cuidado enorme en la incorporación de los FX's digitales.

Desde el estreno de Ex Machina hasta la fecha Garland se mantuvo activo, colaborando con guiones para la industria de los videojuegos más que nada, y en el 2018 pudo poner en los cines su 2da película como director, Annihilation (2018), pero esta vez escribió un guion que adapta la novela homónima de Jeff VanderMeer. Igual, según palabras del propio director, escribió el guion usando lo que recordaba de la lectura de la novela, y nunca la tomó como una guía para encaminar su propio proyecto. De hecho, esta novela forma parte de una trilogía, pero el buenazo de Alex jamás se molestó en leer las otras dos partes.
El film fue casi un fracaso en taquilla ya que a duras penas lograron empatar lo que habían invertido para la producción del mismo, y de hecho en nuestro país pasó directo a la plataforma Netflix 3 meses después de su estreno en los cines.yanquies. Aún cuando el film contó con el protagónico de Natalie Portman, Jennifer Jason Leigh, Gina Rodriguez y Tessa Thompson, entiendo el porqué del rechazo del público y la crítica: es una producción ambiciosa que intenta abarcar demasiadas cosas y no termina abrazando ninguna. Y lo peor de todo: es una película aburrida. Un film de ciencia ficción, aún cuando intente incluir algo de "terror psicológico", no puede pecar de ser aburrido.


¿Determinismo versus indeterminación de Heisenberg?

Ahora sí, estamos listos para abordar Devs, esta polémica mini-serie mucho más terrenal que su última producción cinematográfica y un poco más amigada con aquellos guiones que más me han gustado de la trayectoria del querido Garland.

Amaya es una empresa ubicada en las afueras de San Francisco dedicada al desarrollo tecnológico, y el CEO de la misma, Forest, en la piel del enorme Nick Offerman (Parks and Recreation, Fargo), lidera también una división interna, un departamento de producción que lleva el nombre de Devs. En él logra ingresar Sergei, un empleado de Amaya, luego de ser seleccionado por el propio Forest para integrar el mismo. Sergei es el actual novio de Lily Chan, caracterizada por Sonoya Mizuno (quien hizo de Kyoko en Ex Machina y de la Dra. Azumi Fujita en Maniac), quien también trabaja para Amaya en el departamento de criptografía y tiene una relación de convivencia con su pareja. La última vez que Lily vio a su novio con vida fue cuando lo observó recorrer con Forest el camino que lleva a las instalaciones secretas de Devs, dentro del complejo de Amaya. Lily regresa a su Dpto. esa noche sola, y se despierta al día siguiente sin nadie a su lado. Acude a las autoridades de Amaya para reportar la misteriosa desaparición de su novio y obviamente en la empresa nadie tiene ni la más puta idea de que sucedió con él. La versión oficial es que abandonó las instalaciones de Amaya entrada la noche, extra-oficialmente el televidente sabe que eso es mentira.

¿Que oculta Devs y qué están desarrollando ahí dentro con potentes procesadores cuánticos? Bueno, como suele ser común en mis reseñas no es mi intención spoilear nada relevante del show que estoy analizando (lo que narré en el párrafo anterior sucede en los 1ros 38 minutos del primer capítulo, que dura en total de 56, así que ustedes juzgarán si incurrí en el delito de spoiler zarpado mal o no), pero sí me parece interesante abordar algunos aspectos teórico-físicos que el show de una u otra manera se va a encargar de explorar.

Devs intenta abrir un debate sobre el libre albedrío, y cómo esto constituye una "mentira" que se contrapone con las corrientes más duras del fuerte determinismo lógico y causal. La mecánica cuántica es una compleja rama de la física moderna que forma una parte troncal de los debates nerds del siglo XXI justamente porque los resultados de un montón de experimentos que se han realizado en pos de la misma están sujetos a varias interpretaciones según la doctrina que promulgue el físico o teórico de turno. La base de muchos de estos debates parte de la premisa que estipula la relación de indeterminación de Heisenberg, mejor conocida como el principio de incertidumbre, la cual establece que no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado. Y desde ahí, hablando mal y pronto, discute y contradice la doctrina del determinismo, que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el pensamiento y las acciones humanas, está causalmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado actual "determina" en algún sentido el futuro.


De hecho, el principio de incertidumbre establece que la sola medición de ciertos fenómenos modifica los valores finales por esa intervención, haciendo imposible entonces "predecir" tanto en el marco teórico como en el práctico los valores reales. Vamos a un ejemplo sencillo: si pensamos en lo que sería la medida de la posición y velocidad de un electrón, para realizar dicha medida (para poder ver de algún modo el electrón) es necesario que un fotón de luz choque con el electrón, con lo cual está modificando su posición y velocidad. Entonces, por el mismo hecho de realizar la medida el experimentador modifica los datos de algún modo, introduciendo un error que es imposible de reducir a cero, por muy perfectos que sean nuestros instrumentos.

Tengan en cuenta que esto no es un ensayo físico ni pretende serlo, y tampoco es una entrada que intente profundizar sobre doctrinas y corrientes de pensamiento sobre la mecánica cuántica, razón por la cual estoy siendo muy pero muy "reduccionista" a la hora de plantear estos dilemas, y como no soy Físico ni un erudito en la materia, por intentar acotar los conceptos probablemente esté exponiéndolos de forma errónea.


Lo genial de Devs es que no necesita desarrollar de forma profunda cada una de estas corrientes para poder presentarlas de manera clara y convincente, de hecho, hay más "marco teórico" en esta corta reseña del que van a poder consumir en el show de Garland, pero justamente porque es ficción bien escrita y el drama humano se entremezcla con estas posturas y estos dilemas de forma fluida y natural, en todo caso nos incentiva a que nos interioricemos un poco en cada corriente de pensamiento. Por supuesto que además de exponer doctrinas radicales y en muchos casos opuestas dentro de la física cuántica la deliran bastante para darle algo de color al relato, pero el guion de Alex presenta un sólido marco teórico sobre el cual desarrollar la fumarola exponencial que vamos consumiendo capítulo tras capítulo.

En el apartado estético, Devs es un show con una impronta muy personal por parte del realizador y los productores asociados, transmitiendo una atmósfera hipnótica por momentos, y en esto ayuda mucho Rob Hardy, que repite rol como director de fotografía, como ya lo hiciera en Ex Machina y Annihilation. Su injerencia se nota en cada toma y cada encuadre, hay tomas aéreas tanto del complejo Amaya como de las instalaciones de Devs e incluso de la misma San Francisco que te quitan el aliento, e incluso en momentos intimistas en lugares reducidos se nota una búsqueda por transmitir siempre el mismo tono. The Insects, una banda New Wave de Jazz Británica de culto que se encargó de parte de la música que le otorga ese clima tan especial a la serie es otro de los muchos hallazgos que tiene esta producción, y ellos son en parte responsables de la convivencia entre el diseño interior del departamento Devs, el tono del show y la musicalización del mismo.

En conclusión: Garland lo hizo de nuevo. Logró entregar una producción audiovisual que interpela al televidente con una problemática socio-cultural compleja desde una perspectiva fresca y con un desarrollo claro. Las críticas negativas muy probablemente vengan desde el lado de la lentitud con la cual se van acomodando las piezas, pero el leitmotiv del show se hace evidente muy al comienzo y los "misterios" se van desenmascarando de manera natural, y en menos tiempo del que algunos calcularían se terminan revelando los puntos más interesantes que articulan la trama. Devs es una propuesta que evita los lugares comunes y sabe mantener el interés tanto en la trama policial como en los tópicos fisico-tecnológicos que aborda, y los planteos que presenta son un caldo de cultivos para los fans de las teorías conspirativas. En una grilla saturada de estrenos y nuevas temporadas de shows ya instaurados, la apuesta fuerte de Hulu para el 1er trimestre de este año es un caballo al que hay que apostar. Nos volvemos a leer muy pronto, aquí en Tierra Freak.