martes, 30 de agosto de 2016

Warpaint - Vomitando tinta - La Reviewsada de SaKi.


Todos sentimos inconformidades en la vida. Algunos las sienten seguido, algunos las sentimos casi a diario y hasta a veces varias veces por día. El tema es, diría algún ser "profesional" o "con título", el cómo lidiar con ello.


Y hablo de inconformidad por tirar una punta, podría ser otro término, otra palabra, no sé, podría ser fastidio, como también podría ser hartazgo o impotencia. A lo que voy con esto es que Renzo Podestá lidia con lo que sea que le esté pasando con lo mejor que sabe hacer: dibujar.

Junto al dato de que hizo esta historieta en solo un mes... luego de leerla interpreto que es un vomito pasional hacia el planeta. Digo vomito como algo que viene de adentro, no? un jodida mezcla de todo lo que uno necesita gritar.

En ningún momento se siente un trabajo apresurado, o hecho a las patadas, ni que salió con fritas o algo de eso, por el contrario, se siente gritón, enérgico y es una patada con borcego a tu cerebro. Es muy dinámico, muchas páginas con una formación de tres paneles te van llevando hacia el final, pero no paso a paso, sino tipo travelling... sobre rieles.
Si frenás el viaje por algo, es para ver detalles de ciertas viñetas ya que tiene un arte destacable. Lo mejor de todo es que es un trabajo tradicional y se nota, más visceral, imposible.

En el las páginas podemos ver pincelazos, plumín, salpicaduras de cepillo vieja escuela, tramados, de todo. Todo eso, reitero, grita... patea fuerte.

 De la historia no voy a hablarles, porque sería literalmente contárselas, no porque sea corta, sino porque se hace corta al ritmo que uno la lee, pese a que tiene unas 80 páginas. Está dividida en tres actos, bien certeros.

De esta forma nos encontramos con uno de los primeros libros de la editorial Le Noise, espacio de edición que formó Renzo junto con su pareja, Mariela Viglietti, que también es autora. La edición está muy bien, el papel tiene un buen gramaje, no se transparenta y tiene un formato de 24 x 17 cm.

Si bien en un principio, a simple vista, puede parecer un comic de género, es una fachada que cubre un comic de autor y grita por todos lados "DEJENMÉ VIVIR!".