jueves, 2 de junio de 2016

Preacher – Análisis del piloto de la serie de T.V. - La Columna de Logan.



Mayo, a esta altura del partido no me cabe la más mínima duda, va a terminar siendo uno de los meses más importantes de este 2016, al menos en lo que se refiere a la enorme cantidad de “estrenos” importantes relacionados con intereses que nos competen. En la industria de la historieta salieron a la venta al menos 2 comics polémicos que van a dar que hablar, uno por cada editorial mainstream del norte, en el cine la división de FOX que explota algunas licencias de Marvel estrenó otra producción relacionada con los mutantes y Marvel Studios hizo lo suyo con CaptainAmerica: Civil War, y seguido del final de temporada de varias series superheróicas tenemos los estrenos de varios shows televisivos que pican nuestra curiosidad, tantos que mis reseñas semanales en este sitio no son suficientes para poder cubrirlos a todos.
Hace apenas unos días la cadena AMC puso al aire el piloto producido por Evan Goldberg, Seth Rogen y Sam Catlin y protagonizado por Dominic Cooper que se encargará de adaptar el celebrado comic de Vertigo homónimo, Preacher, el cual, por el momento, contará con una 1er temporada de 10 capítulos.


El comic de Vertigo

Voy a contarles una historia enorme, pero intentaré ser lo más conciso posible. Corrían los ’90 y la editorial D.C. Comics se encontraba en una disyuntiva muy complicada: la consolidación de su nuevo sello Vertigo, el cual tenía una orientación para lectores maduros y hacía uso del mismo articulando series completamente independientes del universo tradicional de D.C. Comics, dependía de volver a encontrar una serie que funcione bien en ventas, sea aclamada por la crítica y pueda ser desarrollada a largo plazo, tal y como en su momento lo fue Sandman, la obra de Neil Gaiman que comenzó sus aventuras dentro de la casa madre y cuando Karen Berger (editora en jefe de toda la línea de Vertigo) armó su propio circo la utilizó como punta de lanza del resto de las publicaciones. Sandman entonces culmina su recorrido en marzo de 1996, y el “reemplazo” de ese tanque tenía que estar ya en carrera para cuando esta serie concluyera. Otra de las series insignias del sello era, como no, Hellblazer, comic al cual le hemos dedicado más espacio que a prácticamente cualquier otra obra dentro del sitio, y cuando el guionista que comenzó a escribir las aventuras de John Constantine en su propia serie, Jamie Delano, anuncia su marcha, Berger convoca al irlandés Garth Ennis para hacerse cargo de la serie, quien además estaría secundado en lápices la mayor parte del tiempo por el británico Steve Dillon.

Tras consolidarse durante 3 años y medio al frente de la serie, y luego de haber participado en algunos otros proyectos, Ennis y Dillon están listos para acercarle un nueva idea a Berger que venían masticando desde hacía rato, la cual incluía elementos que de alguna forma ya había explotado en Hellblazer. Y es así como promediando 1995 sale a la venta el 1er número de Preacher, obviamente con guión y dibujos de los ya citados y portada de Glenn Fabry, otro borrachín británico que seguiría en cumpliendo esta función hasta el final de la serie, 66 números después, en octubre del 2000.

Preacher no fue solo un comic más de Vertigo y ya, fue una bomba atómica que llegó a vender 50.000 ejemplares en un mes, ganó un Eisner al mejor guionista en el ’98 y otro a la mejor serie en el ’99, y generó una asquerosa cantidad de merchandising a la par de proporcionar una sustanciosa cantidad de plata a los autores involucrados en la creación y el desarrollo de esta serie gracias a los royalties derivados de la creación –y consiguiente propiedad intelectual– de los personajes, y lo siguió haciendo durante mucho tiempo después del cierre de la serie producto de los tomos recopilatorios y las numerosas reediciones de la obra en diversos formatos.

¿Y de que va el comic? Pues resulta que está este tipo, Jesse Custer (anagrama de “Secret Jesus") que luego de darle algunas vueltas a su vida encuentra motivos para instalarse en un pequeño poblado llamado Annville, en Texas, y rematar sus días como un pésimo Predicador. Un día, por accidente, una entidad poderosísima llamada Genesis toma posesión del cuerpo de Jesse, y en el incidente mueren todos los “fieles” que en ese momento estaban participando de la misa. Esta entidad celestial, Genesis, es una aberración nacida de la unión entre un demonio y un ángel, y su origen provocó la ira de Dios y su pronta desaparición, desatendiendo sus responsabilidades. En algún punto Jesse toma conocimiento de esto, y comienza a recorrer de costa a costa el país en busca de una pista que le termine revelando el actual paradero de Dios, y se suman a su cruzada su ex novia, Tulip, y Cassidy, quien se termina revelando como un Vampiro irlandés. El poder de Jesse producto de su fusión con Genesis, el cual Tulip ha denominado “la palabra de Dios”, le permite dar órdenes y que quienes son objetivo de las mismas las cumplan sin ningún tipo de contemplación, incluso cuando puedan incluir auto-mutilaciones o hasta un potencial suicidio, convirtiendo así a Custer en una de las personas más peligrosas del planeta.

Durante el transcurso de esta cruzada, Jesse, Tulip y Cassidy deberán hacerle frente a un puñado de oponentes peligrosísimos, y los cruces con algunos de ellos tendrán terribles consecuencias, físicas y psicológicas. Uno de los enemigos que se destaca es The Saint of Killers, una entidad enviada desde el cielo con el objetivo de acabar con la existencia de Genesis, y que guarda la forma de un pistolero clásico, y como tal tiene una velocidad para disparar y una puntería inhumanas, además de ser prácticamente invulnerable. También se cruzarán no pocas veces con Herr Starr, un megalómano que está al frente de una poderosa organización con alcance mundial que tiene conexiones con todos los focos de poder desparramados por el mundo y se encarga de proteger la línea de sangre del mismísimo Jesus.

Preacher es una obra muy representativa de la época en la que fue publicada, pero a la vez es, quizás, una de las más transgresoras, máxime teniendo en cuenta el momento socio-económico que U.S.A. estaba viviendo al finalizar el siglo pasado. Ennis se saca toda la mierda que tiene adentro y la expone en su obra, sin ningún tipo de límite y tomando todos los riesgos posible. Por encima de todo, Preacher llama la atención por el lenguaje que presenta, prácticamente no hay personaje de peso en la serie que no utilice puteadas cuando las papas queman, pero además el humor negro y el sarcasmo están a la orden del día, los cuales se suman a los comentarios racistas, misóginos, y despreciativos en todas las formas que se te puedan ocurrir.

Y por debajo de todas estas capas, al final del día, Preacher es una historia de amor. Retorcida, sórdida y rebuscada, como suelen ser las mejores historias románticas del género, pero no por eso menos válida. Preacher se preocupa por preservar el amor, por reforzar ciertos códigos de conducta que deberíamos incorporar para nuestro andar diario, por festejar la amistad, y por meterle un dedo en el orto a la hipocresía y el caretaje. Preacher es el Zeitgeist de nuestra generación, dentro de esos 66 números más los especiales se encuentra la fórmula para ser auténticos y fieles a nosotros mismos, a contramano de lo que nos dice el sistema, y para hacer lo correcto aún en los tiempos más oscuros.

La serie de AMC

Tengo que hacerles una confesión: las expectativas que tenía por encima de este piloto eran nulas. Cero. Nada. Casi todo lo que había visto o leído sobre este proyecto –muy poco, ciertamente- me habían hecho sonar las suficientes alarmas como para que me desentusiasmara bastante. Preacher es uno de los comics favoritos de todos los tiempos, las emociones que experimenté al leerlo por primera vez creo que solo fueron superadas, por una obra de este medio, unas 4 o 5 veces, no más. Y siendo así, es una de esas obras que, como fan, preferís que no se adapten porque estás convencido de que son muchas las cosas que pueden llegar a fallar para poder trasladar de manera íntegra el espíritu de la obra.

Pero luego de esa devastadora escena introductoria, cuando escucho de fondo la voz de Willie Nelson cantando y ejecutando "Time of The Preacher", tal y como lo leí en las 1ras páginas del 1er número de esta serie, el corazón casi se me sale del pecho. Me sentí “en casa”, seguro, sentí que todo estaba en su lugar, puesto de forma correcta, me sentí bien, feliz, completo, satisfecho.

Hay muchas formas de llevar adelante una buena adaptación de una obra como Preacher, claramente, ya que el comic tiene un guión muy bien trabajado y muy intenso que aborda muchas problemáticas, algunas mundanas y otras universales del orden antropológico, todas explotadas desde una perspectiva poco común en el comic de los ’90, fortalecidas por el desarrollo de tres personajes protagonistas muy carismáticos que con el correr de los números se terminan transformando en personas de carne y hueso, en nuestros amigos y aliados, en hermanos de sangre. Y los productores de este show fueron muy inteligentes, y no se decantaron por el camino más sencillo, que hubiera sido presentar un guión que reproduzca literalmente lo que hemos leído en el comic. No, analizaron la serie, los personajes y los eventos narrados, destruyeron los arcos argumentales y la estructura utilizada por Ennis y Dillon, y con esos mismos elementos construyeron algo nuevo que va a funcionar no solo como adaptación sino también como un homenaje en forma de un renovado y fresco acercamiento a la obra, para que el fan disfrute por partida doble.

Para quien lleva Preacher en la sangre los cambios más radicales en este piloto se hacen evidentes: el lenguaje utilizado por Ennis acá está edulcorado y rebajado casi al ridículo, la forma en la que Jesse, Tulip y Cassidy se juntan difiere bastante de lo que leímos en papel, y algunas situaciones en extremo violentas –ridículamente violentas en muchos casos- en la aventura épica ya conocida, en el show de AMC son expuestas de una forma un poco más verosímil y convincente, y sobre todo de manera que articulen la trama en pos de ir avanzando sobre un terreno coherente que no termine quemando cartuchos de manera ridícula en los primeros pasos. Y, claro está, también tengo que señalar el evidente cambio de etnia que recibió el personaje de Tulip como otra de las polémicas licencias que los productores se tomaron. Pero cada uno de estos elementos que fueron modificados tiene una razón de ser, y en muchos casos son funcionales al relato actual, al del show que estamos por seguir de ahora en adelante. No hay una sola de estas modificaciones que a uno se le figure antinatural o estúpida, todas encajan en el plano general y se acoplan a la narración de manera idónea.

Y luego está lo que la producción hizo para presentar un show consecuente con el comic y a la vez que responda a las tendencias estéticas audiovisuales actuales, ¿no? La corrección de color que tiene, la edición, la musicalización, los planos y encuadres utilizados, la iluminación, el clima generado… estos tipos se han tomado el trabajo muy en serio, al punto tal que por momentos me genera cierta duda que sea posible mantener esta misma calidad en todos los aspectos durante el resto de los 9 capítulos que van a conformar esta primer temporada. Pero creo que es solo el temor que tengo, como fan, de que algo vaya a salir terriblemente mal y termine dándome la razón, hay suficientes pruebas de que es posible mantener la misma calidad durante toda una temporada, shows como Mr. Robot, Fargo, Boss o Breaking Bad lo han demostrado.

Finalmente, el casting, otro tremendo hallazgo de esta producción. Demás está mencionar el detalle no menos geek de que los tres actores protagonistas tienen dentro de su currículum participaciones en shows televisivos que los aúnan con el ser superheróico: Ruth Negga, quien da vida a Tulip, ya había caracterizado a la misteriosa Raina en Marvel’s Agents of S.H.D.I.E.L.D. , además de haber compuesto a Nikkien Misfits , show en el cual también tuvo una participación protagónica Joseph Gilgun, el actor británico que va a dar vida a Cassidy. Y finalmente Dominic Cooper, el que tiene sobre sus hombres la enorme labor de interpretar a Jesse, es quien dio vida al Howrd Stark de Marvel’s Agent Carter, personaje que también participo de Captain America: The First Avenger (2011).

Los tres, cada uno a su manera, lograron dar con el tono correcto para la interpretación de cada personaje, pero es imposible dejar de mencionar lo idéntico que se ve Gilgun como el Cassidy que cada uno soñó 20 años atrás, y lo tranquilo que, al menos a mí, me deja poder ver que ya en este único episodio piloto hay una química visible y palpable entre Jesse y su futuro amigo de borracheras y palizas. Todo apunta a que, una vez más, estamos viviendo unos tiempos preciosos, y somos unos malditos afortunados a punto de disfrutar de uno de esos viajes increíbles que te interpelan de tal forma y te afectan de tal manera que terminamos el recorrido siendo personas completamente distintas a las que comenzaron el viaje. Nos volvemos a leer en unos días, acá, en Tierra Freak.