jueves, 31 de marzo de 2016

Supergirl & The Flash - World's Finest - La Columna de Logan.



En una sana tradición televisiva que para Warner y D.C. se está volviendo una costumbre, a solo días de que los tres héroes más importantes de esta editorial hayan tenido su primer crossover cinematográfico, el pasado lunes 28 de marzo pudimos ser testigos de uno de los eventos del año: el primer crossover entre la prima de Kal-El, Supergirl y el velocista escarlata, The Flash, dentro del decimoctavo episodio de la primer temporada de la serie que protagoniza Kara Danvers, y que poco a poco, paso a paso, ha aumentado su calidad y nos ha deparado más de una sorpresa, trepando lentamente en nuestra escala de preferencias dentro del puñado de shows televisivos que hoy por hoy tienen como protagonistas a personajes que se dedican a combatir el crimen a expensas de la ley. Así es como en la entrada de hoy festejamos este evento ofreciéndote todas las herramientas para que puedas disfrutar del episodio aún cuando no estés siguiendo alguno de estos shows, procurando como siempre spoilear lo menos posible.


Back-up Story

O lo que es lo mismo, la historia hasta acá. Por el lado de Supergirl, para la heroína en cuestión de la cual ya hemos tenido una referencia cuando analizamos el piloto de laserie el año pasado, los últimos días de su vida han sido más que movidos. Como sabrán los que más o menos han estado leyendo reseñas o siguiendo la serie semana a semana, ni su primo Kal-El ni ella, Kara, son los únicos supervivientes de Krypton, también hay un ejército de Kryptonianos a punto de declarar una guerra a la tierra, entre los cuales se contaba con la Tía de Kara, Alura Zor-El, hermana gemela de su madre, la cual cayó en combate bajo las manos de… Alex Danvers, la hermana adoptiva de nuestra blonda protagonista, en un desenlace dramático e inesperado. 

Pocos aliados se han sumado a la lucha diaria de nuestra heroína, uno de ellos es ni más ni menos que J'onn J'onzz, el mismísimo Martian Manhunter en su segunda aparición live-action (la primera fue en Smallville), quien hasta hace poco había tomado secretamente la identidad de Hank Henshaw, un ex-agente de la C.I.A. que murió intentando acabar con la vida del marciano, y presumiblemente arrastró con su caída a Jeremiah Danvers, el padre de Kara y Alex, caracterizado por Dean Cain, el actor que diera vida al Superman de la serie de mediados de los ’90, Lois aand Clark: The New Adventures of Superman. No es la única sorpresa nostálgica que el casting de este show tiene: la madre de estas hermanas, Eliza Danvers, es llevaba adelante por Helen Slater, quien diera vida a la Supergirl del film homónimo de 1984. Y si hablamos de Supergirl’s, también hemos contado con la presencia de Laura Vandervoort, otra preciosa blonda de ojos claros que dio vida a Kara en Smallville, hoy por hoy protagonista de Bitten y que en este show caracterizó a la villana Indigo

¿Qué me cuentan? Unos fenómenos los productores, se las ingeniaron para convocar de una u otra forma a todas las actrices que estuvieron en la piel de una Supergirl de carne y hueso a lo largo de los años.

Y ya que estamos con los villanos, no son pocos los que Kara tuvo que enfrentar en estos 17 capítulos que lleva la serie: desde el millonario dueño de multimedios Maxwell Lord (personaje también traído de los comics de Superman) hasta Non y su ejército de Kryptonianos, desde la eléctrica Leslie Willis/Livewire hasta el Toyman, desde Red Tornado (seh, como vi—lla-no) hasta el Hellgrammite, uno detrás de otro, capítulo a capítulo, fueron complicándole la existencia, poniendo su vida en riesgo pero además poniendo en jaque su trabajo y su identidad secreta incluso delante de su jefa, Cat Grant, situación de la cual solo pudo zafar gracias a las habilidades camaleónicas de su compañero de batalla J'onn J'onzz, y el arduo camino que fue construyendo semana a semana para cimentar su nombre en National City y adjuntarlo al adjetivo de “Héroe” fue absolutamente desarticulado y destruido gracias a la intervención de una versión terráquea de la Kryptonita roja, la cual nos dio un episodio épico para nosotros, la audiencia, pero nefasto para la carrera de nuestra heroína.

¿Cuál es el mayor problema que encuentra el universo que los guionistas y productores fueron construyendo en este show? A diferencia de los que muchos a la distancia podrían pensar u opinar –sin saber-, los puntos flojos de este drama superheróico no tienen que ver con que su protagonista sea una niñata con aires de inocentona y un corazón de oro sufriendo y chillando capítulo tras capítulo por las displicencias de tener que lidiar con su trabajo como civil mientras sobrevive a un triángulo amoroso a lo Macross, para nada. Sí, esto probablemente sea parte de la gracia de la serie, pero la protagonista es una proto-adolescente con los poderes de Superman… ¿Qué esperaban, el tenor y el clima de la Daredevil de Netflix? No, el mayor problema para construir un relato verosímil dentro del universo planteado radica en que en este mundo, esta tierra… existe Superman, y está activo hace al menos una década. Superman, el héroe de una Metropolis que aún no conocemos, pero que podemos percibir es casi tan importante como esta National City. Y la realidad es que cuando las cosas se complican en esta ciudad, y los medios informan de las crisis casi en tiempo real, resulta raro no contar con la presencia de un personaje con el peso y la categoría del mayor héroe de todos los tiempos… máxime cuando, por ejemplo, hay un ejército de Kryptonianos a punto de incendiar el mundo. 

Es entendible que Kara quiera ganarse un lugar en el corazón de cada habitante de la ciudad que ama y en la que vive, a costa de su esfuerzo y sacrificio, y evite todo tipo de intervención de su primo, el cual con su presencia desacreditaría en mayor o menor medida la labor de nuestra heroína (?), pero llegado el caso y dependiendo de la amenaza de turno, la ausencia de Kal-El resulta cuanto menos ridícula. Por otro lado, también es comprensible que contar el relato de Supergirl sin la inclusión indirecta del mito del Hombre de Acero hubiera resultado incómodo a los televidentes que vienen del palo del comic, y muchas situaciones nos habrían parecido raras, forzadas o hasta, por qué no, inverosímiles dentro de los marcos aceptables. Eso no excusa a los guionistas y productores de que estén inflando muchas de las crisis con las que nuestra heroína tiene que lidiar, jugando con los límites de lo tolerable y exigiendo a la audiencia más concesiones de las recomendadas. Yo diría que ya pasamos esa línea, al menos un par de veces, como televidentes dueños de una paciencia infinita creo que han abusado un poco de la misma, y me juego la cabeza a que hacia el final de la temporada nos van a exigir un poco más de lo esperado… si este show renueva para una segunda temporada (así lo espero), es de creer que los productores van a hacerse eco de estas demandas y problemáticas y van a lidiar con este tema de forma tal que ya no resulte un engorro la presencia de Kal-El. De hecho, yo tengo la solución: maten a Superman.

Si, maten a Superman. No pasa nada si lo matás, no hay necesidad de mostrar enfáticamente la muerte, solo las noticias de su deceso. Este “universo” televisivo nunca va a tener una versión Live-Action de Superman, ni de Batman ya que estamos, así que son nulas las posibilidades de una J.L.A., al menos no con la formación clásica que conocemos. Está claro que Wonder Woman va a ser explotada, de manera live-action, solo en el cine. Ya tienen un show con Flash, otro con Green Arrow, uno con unos Outsiders/Titans/Suicide Squad del Nacional B, no hay ningún problema si Superman muere y nunca resucita, deja de ser un inconveniente para la existencia de Kara, le agrega un tono dramático importante y abre una veta que incluso en el comic nunca se pudo explotar, y no provoca absolutamente ningún tipo de problema cronológico a futuro, ya que de todos modos jamás iban a contar con ese personaje para poder explotarlo e incluirlo dentro del universo en desarrollo. Superman –ya veremos porqué- no existe ni para Arrow ni para Flash ni para el resto del Arrowverse, por lo que sabemos hoy por hoy, solo existe dentro del micro-mundo de National City. Lo necesitabas para el puntapié inicial de Kara, para sus primeros pasos, para que sirva de inspiración a todos los que vendrán además de Supergirl… ya está, ya cumplió con su función. Ahora matalo, o Supergirl jamás se va a poder despegar de su sombre. Eh dicho.

Saves Supergirl. Kill Superman

World's Collide

A diferencia de lo que sucedió en aquel mítico primer crossover entre las series de Arrow y The Flash, y a pesar de lo que anunciaba, por ejemplo, el poster promocional más conocido, este capítulo único de Supergirl se parece mucho más a aquellos primeros cruces de personajes en las series clásicas de D.C. de fines de los ’40, principios de los ’50. No hace falta hacer un recuento del momento por el que está pasando nuestro amigo Barry Allen y su equipo porque, básicamente, es Flash el único “invitado” al mundo de Supergirl, y sus problemas actuales y futuros no afectan en absoluto el desarrollo y resolución de la trama. Ahí está, quizás, la primer decepción de este evento: no es un crossover del tipo al que los productores nos fueron malacostumbrando los últimos 2 años, para nada, es un episodio de Supergirl que tiene como invitado a Flash, ni más ni menos.

Reconozcamos, de todos modos, que la convivencia entre las series de Arrow y The Flash es continua, permanente, y por momentos hasta se torna ridícula y forzada, pero no por eso deja de ser no solo divertida y excitante sino también novedosa para la audiencia televisiva, e incluso en muchos aspectos mucho mejor llevada que ciertas supuestas “convivencias” entre comics que hemos leído a lo largo de los años. Solo el televidente que está al día, semana a semana, con ambas series, sabe de lo que estoy hablando: hay citas de una serie a otra absolutamente todo el tiempo, hay personajes secundarios invitados que se cruzan de un show al otro sin el más mínimo anuncio por parte de la cadena –excepto por las redes sociales, y a veces ni eso-, hay menciones a casos o hechos en un show que ocurrieron en el otro la semana anterior, hay una comunión que habla de un equipo de guionistas trabajando codo a codo semana tras semana, utilizando una fuerte línea de comunicación y haciendo uso de un excepcional y poco habitual trabajo de post-producción entre ambos shows. Es, realmente, algo que en algunos puntos supera incluso lo que Marvel Studios fue construyendo en el cine desde el 2008, y no deja de sorprender y agradar a quienes nos comprometimos a seguir ambas series.

Supergirl entra a este universo común por una ventana, no por una puerta, casi como un ladrón, sin aviso, sin preparación, prácticamente sin anuncio previo en la ficción salvo 2 segundos de una imagen pedorra de Kara en un viaje de Barry a una Tierra Paralela, y eso se nota, pero se nota porque la convivencia entre los otros dos shows raya lo ridículo, por supuesto, en el buen sentido. Una de las tramas a explotar en la segunda temporada en curso de The Flash –y algo que está volviendo locos a los fans, locos de alegría- es la existencia de los multiversos, universos similares al nuestro, con el planeta tierra como foco de los mismos, vibrando a una frecuencia micronesimamente distinta, lo que permite la coexistencia de muchas tierras paralelas en el mismo lugar sin que la presencia de una perturbe o modifique la existencia de la otra. Salvo, claro, que un personaje encuentre la manera de acceder a estas otras “Tierras Paralelas”, y saque provecho de eso. 

National City, y la tierra en la que conviven Kara/Supergirl y su primo, es una de estas tierras paralelas, en las cuales los héroes no abundan, pero los villanos se cuentan por docenas. No hemos tenido aún noticias de justicieros enmascarados (no que sean relevantes para las tramas, al menos), y claramente no han aparecido personajes con poderes tan llamativos como los de un velocista… excepto por Kara, por supuesto. Y sus coterráneos, más bien. Es así como, sin explicaciones mediantes, y a sabiendas de que en su propia tierra las posibilidades de trasladarse a una paralela había sido anuladas, como quien no quiere la cosa aparece The Flash, Barry Allen, “salvando” a Kara de una caída libre del edificio donde están instaladas las oficinas de CatCo Worldwide Media, la empresa que gerencia Cat Grant. El último episodio de The Flash, emitido la semana pasada el martes 22 de marzo y que llevó por nombre “Trajectory”, nos dejó un cliffhanger dramático, demoledor y doloroso… pero que absolutamente nada tiene que ver con esta inesperada entrada de Barry en National City, y que por supuesto no explica ni el cómo ni el cuando. Y no se anticipen: el capítulo correspondiente al estreno de esta semana sigue sin dar explicaciones de este “escape salvaje” de Barry.

¿Esto es… un error? ¿Podemos considerarlo un error a esta omisión? ¿Es válido señalarlo y criticarlo si el episodio de Supergirl colmó nuestras expectativas? Bueno, sí, porque Warner me acostumbró a que los crossovers no fueran solamente una visita de un héroe a otra serie sin conexiones ni eventos que justifiquen la misma. Sí, es válido, es super-valido de hecho, y es de esperar que esto no vuelva a repetirse. Que las series convivan y se desarrollen en Tierras Paralelas no justifica una total falta de conexión entre la trama de este episodio que incluye a Barry Allen y la continuidad de su propia serie. Y más les vale a los guionistas que a futuro al menos en una charla informal casi como chiste mencione que conoció en otra Tierra una preciosa extraterrestre con poderes sensacionales… sino se pudre todo, amigos. Warner: ya me estrenaste un sinsentido de crossover entre tus dos más grandes personajes en el cine hace una semana, hecho a las apuradas y escrito por 4 chimpancés con retraso mental, por favor no comiences a tirar tierra encima de la metódica y ajustada construcción del sensacional universo televisivo común que estás desarrollando. Gracias.

Salvando este detalle no menor, el capítulo cuenta con la participación del regreso de la psicópata Livewire y sus poderes eléctricos, que forma un Team-Up forzado pero medianamente coherente con un villano nuevo del cual no pienso relevar ni siquiera una imagen para que se sorprendan como lo hice yo –aunque ya hubo pistas en el capítulo previo-, y lo que importa realmente es que los guiones y la química entre Barry y Kara estuvieron a la altura de lo esperado. Claro que eso era, en parte, predecible ya que los actores (Grant Gustin y Melissa Benoist respectivamente) ya se conocían dado que se habían cruzado dos o tres veces en el set de la serie Glee, y los productores, afilados ya con esto de clavar crossovers, echaron mano de absolutamente todas las referencias, guiños y chistes que se podían barajar en este primer y épico encuentro. El carisma de Barry, cuando está de buen humor, inunda la sala y se expande a velocidad luz, y la trama del episodio le permitió encontrar espacios para maniobrar y lucirse sin opacar en ningún momento a su compañera de armas pero tampoco dejándose pisotear, ni siquiera por Cat Grant.

Y aquí me permito unas líneas para la sorpresa de esta temporada. Sorpresa para mí, y creo que sorpresa para todos. Vaya primero una aclaración: vi completa Ally McBeal. Allá lejos y hace tiempo, por supuesto, a finales de los ’90, pero no solo no me arrepiento de eso: me planto acá y banco fuerte esta suerte de drama-mix-sitcom, y vengan de a uno. David E. Kelley hizo magia con esta serie, con la trama, con el desarrollo de personajes, con la escritura de diálogos, con la conjunción de casos penales manejados por abogados poco convencionales, con la inclusión de actores invitados que prácticamente solo los conocíamos por el cine o músicos actuando (Robert Downey Jr., Bon Jovi, Christina Ricci, Anne Heche, Tom Berenger, ¡Chayanne!, ¡Anastacia!, ¡Mariah Carey!, ¡¡¡Barry White!!!) y con ese planteo fresco, esa edición exquisita y ese espacio para la música poco común en dramas prime-time que le dio. Y la estrella del show sobre la que pesaba la carga dramática más fuerte del mismo era ni más ni menos que Calista Flockhart, una actriz que en esos años sorprendió con sus dotes para la comedia y el drama, mismos que, tristemente, no supo sostener en el tiempo, un mal hábito de muchas estrellas de la televisión que tuvieron su pico más alto en las últimas dos décadas del siglo pasado. Hoy, la Cat Grant que personifica en Supergirl es un personaje central, es la contra-cara de la protagonista pero también su centro, su guía –muchas veces incluso espiritual, siendo ella cómo es tan materialista y snob- y no conforme con eso le quita peso y roba protagonismo en absolutamente todas las escenas que comparten. A nadie le cabe duda que cuando Cat está presente es la persona más inteligente de la habitación, ¡y la más poderosa! Es… cuanto menos complicado darle vida a una mujer madura pero aún atractiva, perra, codiciosa y poderosa que, sin poderes más allá de su inteligencia y carácter, logre eclipsar y muchas veces hacer sombra a un personaje de la talla de Supergirl… ¡Calista Flockhart lo logra en cada puta escena!

Y en este capítulo no fue la excepción: no solo se da el gusto de tomar el pelo al show y traspasar la 4ta pared cual Deadpool mencionando incluso a la Warner, sino que como frutilla del postre quiso denominar al “nuevo héroe escarlata” The Blur… ¡Tal y como lo llamaban a Clark Kent en sus acciones heroicas en Smallville! Sencillamente es demasiado. Acá en Tierra Freak amamos a esta actriz y a este personaje. Por favor, maten a Superman y conserven de por vida a Cat Grant. Si desaparece este personaje largo la serie. Posta. Para ir finalizando, y teniendo Warner como trasfondo unos cuantos crossovers televisivos de este universo a sus espaldas, este primer cruce entre The Flash y Supergirl superó la prueba apenas con un aprobado, pero bajo ningún punto eso significa que no sea un episodio clásico, de culto y digno de ver cualquier día de la semana. El motivo principal es que ahora a nadie le queda ninguna duda de que Supergirl forma parte del “Arrowverse”, aún cuando su Tierra vibre de manera distinta, y eso abre posibilidades infinitas si la serie sigue en curso. No nos olvidemos que hubo un tiempo en que vimos titulares de una “Crisis” en The Flash… ahora contamos con un elemento más para conformar la misma, en el remoto caso de que ese posible futuro no pueda ser evitado.
Nos volvemos a leer la semana que viene, acá, en Tierra Freak.