viernes, 11 de marzo de 2016

5 mujeres de acción de la televisión moderna - La Columna de Logan.




El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también llamado Día Internacional de la Mujer, a secas, y aquí en Tierra Freak, al menos una vez, queríamos dejar constancia del mismo con una entrada. Y cómo hoy por hoy la televisión ficcional está en boga, y aquí nos jactamos de esa situaciones reseñando y referenciando shows y capítulos de la misma de forma regular, se me ocurrió armar un ranking con 5 personajes femeninos fuertes, que respondan de alguna manera al arquetipo de mujer independiente que sobresale del resto por sus cualidades pero también porque transita por un camino que la expone y la pone a prueba todo el tiempo, y sale airosa gracias a su conducta inquebrantable, sus habilidades físicas e intelectuales y su creatividad. Para hacer esta entrada un poco más atractiva para los visitantes jóvenes me limité a elegir personajes que protagonicen shows modernos, entendiendo por esto series que, como mínimo, hayan concluido en este siglo. Siendo así, luego de una rigurosa y dura contienda, las finalistas –y el porqué del lugar que se han ganado- las expongo a continuación.


Dra. Temperance Brennan - Bones

 ¡Epa! Comenzamos con una sorpresa, lo sé. No se la esperaban, estoy seguro. Paso a explicar porqué conforma este ranking. La Dra. Brennan, mejor conocida como “Bones”, es una extraordinaria antropóloga forense y quinesióloga especializada en el estudio de los huesos que conduce investigaciones en el respetado y prestigioso Jeffersonian Institute y colabora con el FBI en la investigación de casos relacionados con homicidios en los cuales sus conocimientos y su dedicación excepcional a su trabajo es fundamental para la resolución de los mismos.

El personaje está magistralmente caracterizado por Emily Deschanel, la hermana que nadie juna de la famosa Zooey Deschanel, y junto a David Boreanaz (Angel en Buffy) protagonizan la serie Bones, un drama del estilo CSI de la FOX que este año va a comenzar su… atención, ¡12va temporada! Ah, sí señores, hay series que FOX cancela y nos queremos cortar los huevos, pero Bones sigue al aire desde el 2005, amiguitos. Todo un misterio teniendo en cuenta que ni yo ni ustedes debemos conocer amigos o compañeros de trabajo que sean fans de este show. Confieso que yo la seguí hasta la 8va temporada, y me cansé, pero hasta ahí le hice el aguante. Ya solo por eso, por los ovarios que tiene para seguir al aire luego de 12 años, la amiga Temperance tiene chapa como para quedar en esta lista casi sin discusión, pero por supuesto no la dejé acá solo por este motivo.

No, la razón principal por la que conforma esta lista es porque “Bones” es la Nerd por antonomasia, la Freak definitiva, que además es de armas tomar, sabe defenderse más que bien, y a su capacitación en artes marciales le puede agregar su conocimiento de los huesos. Traducción: la agarrás en un mal día y no solo te rompe el orto a patadas, te rompe los huesos justos como para que nunca más vuelvas a caminar, hablar o mandar un wasap de borracho a las 5 de la mañana de un domingo a tu ex. Temperance no solo tiene un coeficiente intelectual que intimidaría a muchos hombres, además se ha lanzado a la escritura de libros con un éxito inusitado, y se terminó transformando en la Stephen King de la literatura de libros de ficción relacionados con casos forenses como los que ella resuelve, con lo cual amasó una fortuna asquerosa que le proveyó de la comodidad necesaria para seguir aplicando como la Nerd que es. 

Cuando comienza la serie Brennan prácticamente carece de habilidades sociales y mucho menos de empatía para con los sentimientos de quienes la rodean, ya que para llegar a donde llegó no tuve que requerir de las mismas –como le sucede a muchos genios- y son sus compañeros a medida que va pasando el tiempo los que la van instruyendo de cómo relacionarse con tacto y diplomacia, aún cuando ella en la mayoría de las veces considera que eso es ni más ni menos que un ejercicio de la hipocresía. Para Brennan, la verdad no tiene medias tintas, es una sola, en todos los aspectos de la vida. “Bones” es, sin duda alguna, una sorpresa en esta lista, pero de las 5 elegidas para la entrada de hoy es la que cuenta con los mejores atributos para ponderarse como la “mujer definitiva”, esa que no solo no necesitó de la ayuda de ningún hombre para alcanzar sus objetivos, demostró que está más capacitada y tiene más intelecto que absolutamente todos los personajes del sexo opuesto con los que se ha cruzado. Game Over.

Peggy Carter - Marvel's Agent Carter

No se rían, mis queridos amigos. Otra sorpresa, pero un poco más predecible. En este puesto claramente podría haber puesto a Jessica Jones, que duda, cabe, sobre todo porque estoy enamorado de ese personaje, tanto en su versión en papel como en su reciente adaptación a la televisión, pero no, la elijo a Margaret "Peggy" Carter. Si, Jessica Jones claramente te puede patear el culo cualquier día de la semana, tiene cierto nivel de resistencia al dolor y una fuerza sobre-humana, un carácter idóneo para ser una Badass Girl, la actitud correcta y encima es alcohólica. Es una mujer frágil por dentro que carga con un trauma enorme y mucha culpa, pero que pone la otra mejilla e intenta salir adelante. Pero nuestra agente Carter, protagonista del show Marvel's AgentCarter que ya lleva dos temporadas completas más un one-shot vive en un mundo que la ataca constantemente, y tiene que revalidar su título absolutamente todos los días de su vida. No importa los méritos que tenga, las misiones y casos que haya resuelto prácticamente sola, la cantidad de veces que haya demostrado que su intuición y su sabiduría siempre dan en la tecla aún cuando la conclusión atente contra los intereses de la agencia para la que trabaja, nada de todo esto suma: la década en la que vive sigue siendo un lugar negado para una mujer con sus características, y la única forma que tiene de sobrevivir es a los codazos limpios.

No conforme con eso, el marco en el que se mueve le exige, no pocas veces, que además se comporte como una Lady, y deambule por fiestas y reuniones, e incluso hasta por su propia oficina de trabajo, embotada en vestidos incómodos y zapatos con tacos, con el maquillaje intacto y un peinado de peluquería, claro que sí. Y Peggy no se resiste a ninguna de estas condiciones, y lucha por salirse del estereotipo en el cual el resto del mundo la encasilla. Aún siendo muy atractiva y teniendo un cuerpo privilegiado prácticamente no hace uso de la herramienta de “femme fatale” para lograr sus objetivos, algo que le podría facilitar la entrada a muchos lugares. Pero no, nuestra Peggy se resiste a ser un cliché y elige siempre el camino más difícil, el más laborioso, el que requiere de más estrategia, más uso del cerebro y más acción. Al igual que Brennan, es una adicta al trabajo, lo cual le quita tiempo para disfrutar de la vida social, pero de todos modos se las ingenia para nutrir su vida con una ínfima cuota de romance, y a diferencia de nuestra doctora forense cuenta con muchas herramientas para desenvolverse en distintos entornos sociales, algo que es requisito primario si quiere, además, ser una buena espía, si el caso así lo requiere. Nuff said.

Nikita – Nikita

Acá va tomando un poco más de forma la cosa, sí señor. Visto y considerando la cantidad de versiones que este personaje tiene, vale la aclaración de a cual estoy eligiendo. Tengan en cuenta que este ranking está armado haciendo uso y abuso de la televisión moderna, ¿no? Y con ello me estoy refiriendo a la que pertenece, como mínimo, a este siglo. Nikita, ya todos lo sabemos, es un personaje de la cultura popular audio-visual que tiene su origen en el film homónimo europeo de Luc Besson de 1990, en el cual quien dio vida a esta agente fue la actriz Anne Parillaud. Luego dicho film tuvo una remake yanquie en 1993 que se dio a conocer como Point of No Return y tuvo como protagonista a Bridget Fonda, aunque en algunos países esta película también se estrenó como Nikita. La trama y sobre todo la potencia del personaje pegó tan fuerte en cierto sector de la platea que en 1997 se estrenó La Femme Nikita, una serie de televisión canadiense creada y producida por Joel Surnow (quien años después sería uno de los artífices de “24”, ni más ni menos) y protagonizada por la blonda Peta Wilson, actriz que, aunque les cueste creerlo, tuvo 4 nominaciones a premios medianamente importantes por su rol en este papel. No ganó ninguno, ok, y tampoco fueron nominaciones al Emmy, pero… algo es algo.

Pero a quien me doy el gusto de referenciar y homenajear hoy es a Maggie Q, la hawaiana que muchos reconocerán por su papel en la saga Divergent, en Mission: Impossible III (2006) o en Live Free or Die Hard (2007) [Bruce Willis tuvo que tirarle una camioneta por la cabeza para que dejara de cagarlo a trompadas, no nos olvidemos de eso, ¿no?] pero que antes de todo eso protagonizó la última remake de esta franquicia, Nikita, una serie norteamericana que comenzó en el 2010 y concluyó en el 2013 con un cierre bastante digno, y que para muchos de nosotros fue casi un reemplazo de “24” que justamente finalizó –en ese momento- con su 8va temporada en mayo del 2010.

La Nikita de Maggie Q fue lo que la televisión estaba necesitando en ese momento: exótica, atractiva y letal. La invasión asiática de acción live-action en U.S.A. estaba casi en su punto más álgido [Jackie Chan ese año estrenaba la remake de The Karate Kid (2010) y Jet Li era una de las estrellas del enorme reparto de The Expendables (2010)], y el rostro levemente oriental de Maggie Q sumado a sus dotes físicas la ubicaban como un exponente perfecto para estelarizar un reboot de este tipo. Y bajo ningún punto de vista podemos opinar que decepcionó: sus dotes actorales son discutibles pero cumplió rigurosamente con la cuota de drama necesaria que le exigía el show, y su performance en los momentos tensos de acción era impecable, aún cuando un puñado de escenas fueran cubiertas por dobles. Su Nikita era impulsiva, apasionada, con mucho carácter, muy inteligente y con una agenda propia que sorprendía en los momentos menos pensados, y que logró poner en vilo muchas veces toda la operación alrededor de ella. El show supo mantenerse en una franja nominal de rating prácticamente gracias a ella y a su carisma, e inclusive logró algo, en ese tiempo, impensado: que la serie no fuera cancelada sin un cierre, sino que tuviera una 4ta y última temporada corta de 6 capítulos suficientes para atar todos los cabos sueltos. Win-win.

Sarah Connor - Terminator: The Sarah Connor Chronicles

¡Claro que sí, no podía faltar! Estamos homenajeando a la mujer trayendo a la memoria a aquellos personajes televisivos de acción fuertes e independientes que son de armas tomar e imparten miedo con su sola presencia, la definición exacta de Sarah Connor. Claro que, hoy por hoy, el personaje ha quedado un poco bastardeado por sus continuas –y en algunos casos fallidas- apariciones. Por supuesto que en el inconsciente colectivo hubo y habrá una única Sarah Connor, y esa es y será la que compuso Linda Hamilton sobre todo en Terminator 2: Judgment Day (1991), con su musculosa y pantalones negros, sus bíceps marcados y su actitud de Guerrera del Camino imbatible que incluso terminó proyectando una sombra por sobre su fornido partenaire.

Antes de que la conociéramos como la reina gélida e incestuosa de cierta afamada serie épica fantástica de HBO,  Lena Headey compuso una Sarah Connor que, si me permiten el atrevimiento, y salvando las distancias, no tiene absolutamente nada que envidiarle a la de Hamilton. Madre sobreprotectora obsesionada con el destino que su hijo tiene que cumplir y comprometida con su cruzada personal contra las máquinas, abnegada a esta campaña por sobre cualquier otra cosa, decidida, estricta, alerta y vigilante, la Sarah Connor de Headey es una expansión sensata y coherente del personaje que Cameron imaginó y desarrolló en los dos films que dirigió relacionados con esta franquicia.

Y como bonus, nuevamente tiene que lidiar con la presencia de un Terminator, pero esta vez, además, tiene que regentear que su hijo no se termine pasando de rosca y termine formalizando una relación demasiado amistosa e incluso más depravada que la que la actriz mantiene actualmente con su hermano en la ficción de Game of Thrones, dado que esta vez el modelo T-800 que los acompaña tiene la apariencia de una exótica mujer cuasi-adolescente en la piel de la bella Summer Glau. La Sarah Connor de Headey es una mujer fuerte, por momentos extremadamente fuerte, con un espíritu inquebrantable y la actitud correcta para sobrellevar los pesares que el grupo tendrá como fugitivos de la ley y de Skynet, aún cuando físicamente no tenga la “tonalidad muscular” que logró Hamilton en la secuela arriba mencionada. Amén de este detalle –que es importante pero definitivamente no define al personaje-, la producción se encargó de, de todos modos, maquillar y peinar a Lena para que el parecido con el personaje fílmico original fuera notable y, por momentos, alarmante. Y la actuación de Headey demás está decir que estuvo a la altura de lo que se esperaba. Una lástima que, una vez más, la FOX nos cagara la vida cancelando este show al final de su 2da temporada, dejando abierto uno de los cliffhangers más sorprendentes del que tenga memoria.

Buffy Summers - Buffy the Vampire Slayer

Para no romper ni la rutina ni las cábalas, la mejor para el final. Si bien la serie comenzó en 1997, concluyó en mayo del 2003, así que técnicamente cuenta como uno de los shows televisivos de este siglo, por supuesto. Y amén de estas reglas auto-impuestas para esta entrada, Buffy Summers es un personajes femenino televisivo que terminaría formando parte de cualquier ranking histórico de este medio que requiriera de la presencia de mujeres poderosas y autosuficientes dispuestas a salvar el mundo todos los días y preparadas para enfrentar absolutamente cualquier desafío físico que se les ponga adelante con sus puños, piernas y los elementos que tengan a mano en el momento. Buffy Summers, la protagonista de Buffy, The Vampire Slayer, es el clásico ejemplo del lobo disfrazado de cordero: de lejos parece una menuda adolescente muy atractiva, porrista ella y más preocupada por haber combinado perfectamente el lápiz labial con el cinto y los zapatos que está usando, pero, dentro de la ficción del Buffyverse, cuando el mal acecha descubrimos que prácticamente no existe ser humano en el mundo que esté a la altura de sus habilidades para el combate cuerpo a cuerpo. Buffy es la elegida para acabar con las amenazas sobrenaturales, es su destino, su sello, su cruz y su karma, y no hay sacrificio que no esté dispuesta a hacer para cumplir con sus objetivos. 

Pero, a diferencia de otras heroínas que he mencionado arriba, Buffy tiene un corazón enorme y una necesidad de amar y ser amada tan grande como humana, y durante el transcurso de sus aventuras no pudo formar una familia ni tener hijos pero siempre estuvo rodeada de afectos traducidos en familiares, parejas y amigos que fueron su sostén y su preocupación, y muchas veces la motivación más grande para seguir encaminada en su cruzada. Buffy es la heroína trágica moderna por antonomasia, descendiente directa de las narraciones de Homero, es la mujer que tiene que cargar el peso del mundo sobre sus hombros le guste o no, y no le queda otra que seguir adelante sin mirar atrás, tomándose muy poco tiempo para llorar las pérdidas y transitar el duelo.

Y debajo de toda esta parafernalia hermosa y justa está Sarah Michelle Gellar y su performance, la cual, a diferencia del show, estuvo a la altura del desafío desde el minuto cero. Sí, porque todo hay que decirlo: Joss Whedon, el artífice de esta franquicia, tuvo claro el camino que quería recorrer con Buffy y su mitología desde el comienzo, pero la realidad es que la primer temporada de la serie es floja en muchos aspectos, y le costó bastante encontrar el tono justo para narrar esa épica que hoy todos recordamos con emoción y alegría. Pero la que nunca estuvo desenfocada, nunca sobreactuada, nunca desalineada y siempre dio con la tecla justa para el papel fue nuestra querida Saritah, que desperdigó risas, sonrisas, pucheros, ceños fruncidos, miradas asesinas, estallidos de cólera y llantos con maestría absoluta, y como si se tratara de una comediante con años de carrera sobre sus espaldas entendió donde estaba parada desde el minuto cero, supo cual era el contexto del relato y respondió con sobrada altura a cada desafío que la producción le fue planteando.

Ok, Buffy, The Vampire Slayer es una serie que requirió de extras para las complicadas coreografías de acción desde el primer episodio, eso todos lo sabemos, y Sarah Michelle Gellar no es Tom Cruise, eso no es ningún secreto, pero allí donde tuvo que pegar una piña o una patada lo hizo, y lo hizo decentemente, pero sobre todo compuso un personaje tridimensional, repleto de matices que tuvo la oportunidad de poder mostrar en distintas etapas de la serie de diferentes maneras. No es la misma Buffy la de los comienzos que aquella que supo que perdería a su amor eterno de forma definitiva, ni tampoco la misma cuando perdió a su madre, mucho menos cuando descubrió que tenía una hermana, y ni que hablar de cuando regresó de la muerte, su faceta más turbia y oscura… y luego, tener que enfrentar a su mejor amiga cuando se pasó al lado oscuro o revelarle a sus amigos que sentía una pasión inexplicable y de alto contenido sexual por uno de los eternos enemigos jurados del grupo. Buffy las pasó todas, y cuando digo todas no exagero: to-das, no hay situación dramática por la que no haya tenido que transitar, y en todo momento Sarah Michelle Gellar no dejó de tirar magia con su caracterización. Cuando se trata de mujeres heroínas de la televisión, cuando existe la posibilidad de armar un ranking y posicionar a una por encima de todas, ni tiemblo ni titubeo, siempre elijo a La Cazadora.

Nos leemos la semana que viene, aquí, en Tierra Freak.