jueves, 5 de febrero de 2015

Los Oscars de Tierra Freak - La Columna de Logan.



Entramos en el segundo mes de este 2015, febrero, el que es considerado por muchos “el mes de los Oscars”, y en Tierra Freak, al menos desde mi lado, vamos a hacernos eco de esto, pero a nuestra manera, con nuestro propio sello. La noche del domingo 22 de febrero, dentro de 17 días exactamente, estaremos disfrutando de esa pomposa y épica ceremonia que recibe críticas dispares desde todos lados pero que a prácticamente nadie le resulta indiferente, y sabremos por fin quienes, de los nominados, se alzarán finalmente con las ansiadas estatuillas. Hoy en Tierra Freak vamos a jugar un poco con esto. Este año hay 8 nominaciones para la categoría “mejor película”, y sumándonos a la polémica que siempre generan estos premios, nosotros desde acá vamos a presentar también una terna con 8 películas que fueron completamente ignoradas por la academia pero que desde nuestro lugar nos parece deberían haber formado parte de esta terna, todas o aunque más no sea alguna de ellas. La intención de la columna de hoy no va más allá de sumar: si vas a tomarte el trabajo de ver esos 8 films seleccionados por la academia, bueno… dales una oportunidad también a estos 8 que te estamos reseñando acá, que no tienen nada que envidiarles a los de la academia. El criterio de selección que utilicé para armar esta lista no difiere demasiado del que ejerce la academia, más que nada para que la lista tenga un sustento parecido, pero sí me tomé algunas atribuciones. A saber:



-No he elegido películas que, si bien merecían estar dentro de la nómina, son bien conocidas por todos porque tuvieron una gigantesca promoción y en su momento barrieron con la taquilla. El objetivo de la columna es darle algo de cabida a producciones –grandes o pequeñas- que pasaron por debajo del radar de muchos.

-Eso no quiere decir que la lista va a estar compuesta por, por ejemplo, la opera prima de un clipero de Massachusetts que armó una producción con una campaña de crowdfunding y metió en el casting a actores amateurs que solo habían trabajado en obras de teatro callejero en San Francisco, ¿no? Los films seleccionados tienen algo de “chapa”, ya sea por quien los dirige o por un nutrido casting con actores célebres. Es difícil -por no decir imposible-, encontrar films de bajo presupuesto, que hayan recaudado apenas lo necesario para salvar lo invertido y encima protagonizados por completos ignotos, formando parte de las nominaciones a mejor película en los Oscars.

-Las películas elegidas no pueden ser producciones 100% extranjeras (y con extranjeras me refiero a fuera de U.S.A.), tienen que ser, como mínimo, co-producciones de los yanquies con otro país, y el director o alguno de los protagonistas también tiene que ser oriundo de esta potencia.

-Obviamente las películas en cuestión tienen que haberse estrenado, en U.S.A., en el 2014. Es necesario que aclare esto porque van a aparecer algunos films que la imdb denota como que fueron realizados en el 2013, pero me tomé el trabajo de verificar que el estreno de los mismos, o las 1ras avant premiere de dichas producciones en suelo norteamericano se dieran el año pasado.

Dicho esto, los films que vamos a evitar, ya sea porque fueron nominados a mejor película o porque sus directores también están nominados, son: American Sniper, Birdman, Boyhood, The Imitation Game, The Grand Budapest Hotel, Selma, The Theory of Everything, Whiplash y Foxcatcher. También incluyo a Nightcrawler e Inherent Vice dentro del filtro porque sus guiones están nominados. ¿Con que tengo que salir a la cancha a competirle a la academia, entonces? Con esto:



Fading Gigolo

¿Sabían que John Turturro no solo nunca ganó un Oscar como mejor actor –aunque más no sea de reparto- sino que tampoco estuvo nominado a uno? Sí señor, este actorazo de raza que fue durante años el niño minado de los hermanos Coen (o uno de los tantos niños mimados) y que nos entregó papeles memorables e inolvidables en películas como Barton Fink (1991), Quiz Show (1994), The Big Lebowski (1998), O Brother, Where Art Thou? (2000) y por supuesto el carismático mayordomo de Mr. Deeds (2002), es uno de esos artistas “especiales” que año a año la academia ignora sin asco. Pero esta vez se la juega el todo por el todo, y no solo hace pareja con el multipremiado Woody Allen sino que encima se anima a dirigirlo, en una comedia que tiene, para colmo, un guión firmado por él, pero que nos remite de forma directa a la obra de su partenaire. En Fading Gigolo trabajan también Sharon Stone, Sofía Vergara, Vanessa Paradis y Liev Schreiber, y una proposición indecente de parte de la dermatóloga Parker (Stone) hacia su paciente Murray (Allen) para hacer un ménage à trois le dispara a él la idea de armar un negocio redondo con su amigo y ex-empleado Fioravante (Turturro), donde Murray oficiaría como el proxeneta. Fading Gigolo es una comedia liviana, pero muy bien escrita y con una delicadeza y un amor por el medio enorme por parte de Turturro para la dirección, que demuestra ser un director enamorado del relato clásico y picaresco, y con muy poco pela chapa de ser un digno reemplazo de Allen cuando este se canse de dirigir o la palme. Fading Gigolo no les va a cambiar la vida, pero es el tipo de comedias que escasean, y que el cine no debería perder.

Locke

Hace rato ya que Tom Hardy ha trascendido de su recordado y correcto Bane para el cierre de la trilogía de Batman de Nolan, y ha crecido en la pantalla grande transformándose en uno de esos actores a los que no hay que perderle el rastro porque no te dejan de sorprender. Hoy por hoy maneja su agenda entre super-producciones como la próxima a estrenarse Mad Max: Fury Road (2015), películas un poco más moderadas en sus costos y promociones como la reciente The Drop (2014), que además ofició como “despedida” del enorme James Gandolfini, y realizaciones super independientes que pasan completamente desapercibidas por el público masivo pero que de todos modos son un caño. Aquí el relato está íntegramente manejado por el propio Hardy y el director, Steven Knight, quien también se hizo cargo del guión, columna vertebral fundamental de esta cinta. Locke es una de esas producciones que me gusta llamar O.M.A.C. movies, en las cuales el actor se tiene que defender, él solito, delante de la cámara, prácticamente sin ningún otro compañero de ruta, cargando con todo el peso emocional de la aventura. Un desafió del cual no todos salen airosos, y que tiene un terrible poder de atracción en mi persona. Amén de mis gustos particulares, Locke es una preciosa experiencia audio-visual para el espectador, con un ritmo frenético y una performance de Hardy que va a dejarlos con la mandíbula por el suelo, sobre todo en los últimos 20 minutos. No quiero adelantarles demasiado de la trama para no arruinarles una vivencia única, pero basta con que sepan que el jefe de obras Ivan Locke (Hardy) recibe una llamada de último momento que lo precipita a realizar un viaje de dos horas desde Birmingham hasta Londres para solucionar un tema personal, justo la noche previa en la cual la empresa para la que trabaja tendrá un gigantesco y millonario vertido de hormigón, el cual tenía que supervisar en persona y ahora deberá delegar, telefónicamente, a su sub-alterno, poniendo en riesgo su trabajo.


Blood Ties

Si el año pasado una de las producciones nominadas a mejor película fue American Hustle (2013), y el anterior la ganadora del oscar a mejor película fue Argo (2012), no encuentro motivos por los cuales está maravillosa co-producción entre U.S.A. y Francia no pueda estar dentro de esta lista. Ambientada en la Brooklyn de los ’70, Blood Ties es una remake del film francés Les liens du sang (2008), el cual a su vez tiene un guión que adapta la novela Deux frères: flic & truand, de Bruno y Michel Papet, que nos narra las peripecias que viven dos hermanos caracterizados por Clive Owen y Billy Crudup. El primero acaba de salir de prisión y durante un tiempo intenta enderezar el rumbo y trabajar honestamente, e incluso prueba junto con su mejor amigo encaminar un negocio legal. Cuando la vida le devuelve una trompada detrás de otra decide tirar todo a la mierda y regresar a lo que mejor saber hacer: organizar atracos dejando un reguero de cadáveres en el camino. El segundo, Crudup, forma parte del departamento de policía de New York, y aún detestando el estilo de vida de su hermano le dará asilo en su casa, porque la sangre tira. Esta radiografía clásica del crimen de los barrios bajos de la New York de los ’70 que suda música disco y viste pantalones campana está pintada por Guillaume Canet, y el resto del elenco no se queda atrás en chapa: Marion Cotillard, Mila Kunis, Zoe Saldana, James Caan y Noah Emmerich. Un enorme must see.


St. Vincent

Llega un momento en la vida de todo comediante norteamericano donde le cae un guión en las manos con un clásico plot en la cual va a tener que formar un desparejo team-up con un niño… es el turno, entonces, del señor Bill fucking Murray para manejar este desafío con la altura que su carrera y sus habilidades exigen. Sí, antepuse la palabra “señor” a su nombre, porque se lo merece, ¿y qué? St. Vincent es casi un soliloquio de Murray, aún cuando está acompañado por Melissa McCarthy, la dos veces nominada al oscar Naomi Watts, Terrence Howard y el irlandés que todos recordamos de la magnífica sitcom The IT Crowd, Chris O'Dowd, pero su personaje, su aura y su infinito carisma son tan grandes que terminan ocupando todo el ancho y alto de la pantalla del cine. La comedia está ingeniosamente orquestada por el ignoto Theodore Melfi, y tiene tantos lugares comunes como situaciones inverosímiles, pero Murray nos demuestra que son pocos los terrenos en los que no se puede manejar con soltura, y claramente este no es uno de ellos. St. Vincent está lejos de ser la mejor película del buenazo de Bill, máxime teniendo en cuenta su vasta filmografía y la cantidad de veces que ha colaborado en grandiosas producciones del imbatible Wes Anderson, pero es una preciosa producción que da cuenta de la experiencia de este magnífico actor, que nos sigue deleitando año a año con sus caracterizaciones.



Maps to the Stars

Aunque les cueste creerlo, David Cronenberg es otro de los realizadores que jamás ha tenido la más mínima de las atenciones por parte del academia, y este año, por supuesto, no será la excepción. Luego de la embolante, soporífera y pretenciosa Cosmopolis (2012), su siguiente estreno fue la polémica Maps to the Stars, que por supuesto jamás iba a ser ni de cerca una candidata a ganar ni el brillo de la pelada de un oscar, dado que se encarga de mostrar, con el inconfundible sello del director canadiense, las miserias, delirios y parafernalias vacías de contenido de un puñado de estrellitas representativas del grueso de Hollywood, esa raza de dioses olímpicos modernos caídos en desgracia que, con los años, se han transformado en una sátira de ellos mismos. Salvaje, morbosa y por momentos surrealista, Maps to the Stars es un despliegue de maestría por parte del guionista Bruce Wagner y del mismo Cronenberg, para mostrarnos aquello que todos sabemos pero de forma tal que nos resulte difícil digerirlo, y aún así podamos, en el camino, esbozar tres o cuatro sonrisas cómplices con los realizadores. Una proeza digna de alguien que con la experiencia de David, y un hito en su carrera: es la primer película que filma enteramente sobre suelo norteamericano. Se animaron a ponerle la piel a esta experiencia alucinógena la MILF pelirroja Julianne Moore, Mia Wasikowska, el maestro John Cusack, Robert Pattinson, Olivia Williams y Sarah Gadon, que ya viene clavando 3 películas seguidas con Cronenberg y tiene solo 27 años, así que no me asombraría que el amigo David haya “anclado” en ese puerto. Aplausos para ambos.



Big Eyes

Admitámoslo: en la última década le hemos perdido un poco el respeto que le teníamos a Tim Burton. Y un poco se lo ha ganado a eso, porque para muchos… se tiró a chanta. Después de haberse descollado con una magnífica pieza épica repleta de humanismo y aventura como Big Fish (2003), una de esas grandes excepciones de este medio donde de un libro mediocre se termina realizando una adaptación al cine impecable, gigantesca y preciosa que supera por varias cabezas la obra original, lo que le siguieron fueron una seguidilla de golpes de efecto a lo Burton: historias planas, sin alma, o directamente aburridas [como Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (2007)] que llamaron más la atención por su propuesta estética y el dinero que tenían encima que por el contenido. Pero el año pasado el niño Tim parece haber encontrado su rumbo sorprendiéndonos nuevamente con una historia pequeña, sencilla, casi carente de elementos fantásticos (supuestamente basada en hechos reales) pero muy humana, muy terrenal, que nos devuelve ese reflejo que pocos queremos ver de nosotros como sociedad. Y una vez más, como en aquella célebre Big Fish, el eje de la historia son las mentiras, porque este drama está centrado en la vida de la pintora Margaret Keane, quien encuentra el éxito económico pintando característicos personajes diseñados con ojos muy grandes (su sello personal), pero, como el contexto de lo narrado son los retrógrados ’60, su esposo, Walter Keane, le sugiere hacerse con la autoría de sus cuadros, dado que la sociedad nunca iba a darle cabida a una pintora femenina. Por supuesto esto es funcional para acumular fama y fortuna al principio, pero cuando pasan los años se va transformando en una carga enorme en la delgada espalda de Margaret, que siempre intentó manejarse con la verdad, y en el camino encontrará su punto de ebullición, poniendo quizás en jaque su matrimonio y su familia. La pareja protagonista está conformada por la bellísima Amy Adams y el doble ganador del oscar y genio máximo de la vida Christoph Waltz, quienes a su vez están acompañados por la ultra-sexy Krysten Ritter (la novia de Jesse en Breaking Bad … LA novia de Jesse… LA) y otro abonado a las películas de Wes Anderson, Jason Schwartzman. Burton prendido fuego y un casting idóneo, si a esto le sumamos la música de otro maestro, Danny Elfman, como diría un amigo mío: ¡No puede fallar!
Y no falla.


Predestination

Ésta podría haber sido la Matrix del siglo XXI si hubiera estado producida por la Warner y tuviera un guión original. Como la produce montoto y está distribuida por la Sony, y encima es un guión adaptado de un cuento corto de Robert A. Heinlein llamado All You Zombies, bueno… No la vio ni la vieja de los directores y pasó sin pena ni gloria por las salas de cine. Una lástima, porque es la mejor película de ciencia ficción mainstream que se estrenó el año pasado. Hago una aclaración: con esta selección rompo mi propia regla, porque es una producción íntegramente australiana… pero me hubiera dado mucha bronca dejar afuera este film por ese detalle, sobre todo teniendo en cuenta que está protagonizada por Ethan Hawke, que es texano. Los hermanitos Michael y Peter Spierig (se hacen llamar los twin Spierig, y, oh casualidad, son dos hermanos, también, dirigiendo una película de ciencia ficción) se tomaron un trabajo enorme adaptando el cuento y luego consiguiendo el financiamiento para llevar adelante la producción de una película que no es apta para cerebros holgazanes. Predestination es del tipo de historia que requiere de toda tu atención, que estés enfocando y concentrado en la trama, y sobre todo en los detalles, pero luego te recompensa con creces por ese esfuerzo. En algún punto me hizo acordar a una producción –ésta sí, yanquie- de hace unos años relacionada también con los viajes en el tiempo, Primer (2004), por lo duro de los conceptos manejados, pero por suerte Predestination es una cinta mucho más amigable con el espectador que aquella otra ópera prima. Hawke entonces personifica a un agente que responde a un organismo de viajeros temporales, y está cumpliendo su última misión antes de retirarse: va tras los pasos de un terrorista temporal que lleva años eludiendo la justicia y que está a punto de asestar un golpe que podría significar la muerte de cientos de miles de civiles inocentes. Sin embargo, una historia del pasado del personaje de Hawke va a complicarle la existencia, y el presente y su propio futuro jugarán un papel clave y fundamental para que logre concluir la aventura vivo y consiga atrapar a su presa. La película tiene una primer media hora muy tranquila y casi carente de elementos fantásticos que funciona como prólogo e introducción, pero que cuando avancemos en la trama terminará teniendo una importancia desmesurada. El cierre y posterior epílogo no solo van a dejarnos con el culo en el piso, nos alentarán a compartir y contrastar nuestras conclusiones con otros, para obtener la interpretación de cada uno. Un deleite y una de esas geniales producciones que con el tiempo y el boca a boca se terminan transformando en “de culto” y acaban validando una vez más la existencia del género.

Fury

Si, amiguito: vos creías que iba a ofrecerte 8 reseñas completas de ocho películas, yo creía que había un mantecol completo en mi heladera, y no… solo quedaba un cuarto. La vida es una mierda, y luego te morís, sabias palabras de Spider Jerusalem, robadas de por ahí. Lo justo es justo: si cuando escribí la reseña de Fury  te mencioné que era un despropósito que esta producción hubiera sido ignorada por la academia, porque me parecía era uno de los mejores films del 2014, el sentido común indica que tiene que formar parte de este listado. ¿Y de que va Fury? Click al link, camarada, y se te abrirán un mundo de argumentaciones. Todos felices, salvo yo, que tengo ese cuarto de mantecol en la muela.
Nos leemos la semana que viene, aquí, en Tierra Freak