martes, 8 de julio de 2014

22 años después, Sailor Moon tiene la adaptación que se merece - El Mangazo de Manipuladora.



No puedo mentir, vengo pensando esta nota desde el año pasado.
Desde que Sailor Moon se subió al trencito del festejo de sus 20 años en el 2012 y que no parece parar en ningún momento. Desde que nos invadió una ola de merchandising por todos lados y desde que un chino decidió que LA magical girl tendría que tener un festejo por lo grande.
Desde entonces es que vengo pensando que de alguna manera tengo que plasmar cuánto significa este manga para mí. Cuánto me cambió, adonde me metió y qué cosas me hizo conocer.
Y eso que me vengo comiendo las uñas porque me vienen pateando esta adaptación desde hace más de un año. Que se hace, que no se hace, que sale por internet, que era una animación flash, que se emite en simultáneo, que no va a abarcar todo y miles de suposiciones más de gente de internet que cree que se sabe todo porque ve muchas cosas chinas todas las semanas.
Yo no soy persona de fanatismos. No entiendo la idealización ni esa ceguera absoluta que tiene mucha gente en defender a capa y espada a un ídolo, un cantante, un grupo, un jugador o un actor no importa lo que digan o hagan.
Lo que sí entiendo y muy bien, es la pasión y el amor que genera un “algo” de la niñez. Un amor que dura toda la vida y del que nunca te vas a separar porque las peleas no son factibles ni las desilusiones te hacen quererlo menos. No importa cuánto te alejés de ello con el tiempo, ni hace cuanto que no lo veas. No importa qué digan, cuánto cambie, ni cuanto cambiés vos. Está ahí y cada vez que suena esa musiquita que reconocés con una sonrisa mientras se te pone la piel de gallina, volvés a tener la edad que tenías cuando lo conociste por primera vez.



Cada uno tendrá su historia del encuentro. Quizás la conociste una tarde en algún canal de dibujos pasando de casualidad, quizás la agarraste una medianoche cuando tus viejos te mandaron a dormir y vos te quedaste mirando pavadas o quizás la enganchaste mientras te vestías apurado para ir al colegio. Mi caso es un tanto particular porque a los nueve años, un día como cualquier otro, la que era entonces mi mejor amiga me dijo muy felizmente que se le había caído un diente. Yo, aparentemente teniendo ya mala leche desde chiquita, la miré con cara de “¿Y eso me importa porque…?”. Mi amiga, una vez más toda sonriente, con un diente menos, sacó un álbum de figuritas y me contó que ese había sido su regalo por tal hazaña. Yo lo miré de reojo, lo chusmeé  por arriba e ignorando totalmente lo que era le dije algo como “Ah, ¿esto?”.  Desconociendo de qué se trataba esa “Seilormón” le quité la importancia al asunto y me dediqué a otra cosa porque definitivamente eso no era interesante.
Ese mismo día cuando salía del colegio estaba yo pidiéndole a mi mamá que me comprara el mismo álbum de figuritas en el kiosco. Esa jugada de mocosa egoísta y envidiosa que para cualquiera puede ser un motivo de gracia, para mí me valió el conocer algo espectacular.

Ese álbum de figuritas, que fue el primero que sacó Ultrafigus en 1996, cubría la primera temporada de la animación que emitió Toei Animation en 1992 de 46 capítulos y fue la que mucha gente ya conocía en Argentina  que entonces que se emitía en Magic Kids y en The Big Channel. Personas como yo (con otros sistemas de cable que no fueran Multicanal o Cablevisión, no mocosas envidiosas), no tuvieron oportunidad de conocerlo hasta mucho después, cuando existió el efímero canal Rocket de VCC. Canal que no lo conoce nadie pero hizo que mi corazón se parara por unos segundos cuando llegué un día del cole y pude ver a “Serena Tsukino” hablando con Luna justo antes de transformarse por primera vez.
No puedo contar con los dedos de mis dos manos las veces que vi esta primera temporada de Sailor Moon. Esa que sólo conocía por medio de un álbum de figuritas y por los detalles que me contaba la mejor amiga de mi hermana, que también la veía.
Esta temporada es lejos para mi, la más emotiva.  No sólo es el origen de la relación de la Princesa Serenity con su amado Endymion sino que también es la historia más consistente de todas las temporadas siguientes.  Y es que en esa época (1996/7), teniendo yo nueve años, sin internet y sin ser el anime todavía algo tan masivo como es hoy, no podía saber que existían muchas más temporadas.
Por lo que para mí terminaban mis amigas y queridas sailor Scouts separadas y desmemoriadas, luego de morir dramáticamente en el Polo Norte (?!). Tampoco podía imaginarme yo, que esta historia tan maravillosa estaba basada en una historieta japonesa.
Un año después, completamente ya fanatizada con esta serie a tal punto que podía comprarme cualquier cosa que tuviera Sailor Moon aunque sea en algún extremo remoto, no había nada que no supiera. Incluso pude hacerme del primer tomo que editó Glénat en España en 1996 en el Parque Rivadavia y ese fue el día más feliz de mi infantil vida. Ese único tomo que demostraba que la historia que yo había visto en televisión podía ser otra cosa, cambió mi perspectiva de Sailor Moon para siempre.
Lamentablemente no pude ver las siguientes temporadas hasta que Cablín (propiedad de VCC) empezara a emitir Sailor Moon junto a Sailor Moon R y Sailor Moon S.  En ese tiempo en el que estuve sumida en un loop de las primeras temporadas , Magic Kids ya iba emitiendo la cuarta temporada, Sailor Moon Super S, desde hace un tiempo y mi amiga, la “sin dientes”, me la presumía.
El primer tomo de Glénat me hizo ver a Sailor Moon de otra manera completamente. Más allá de la horrible traducción y esa terrible (TERRIBLE) costumbre que tienen los gallegos de cambiarles los nombres a los personajes (Bunny, Vicky, Timmy, Carola), la historia era muy diferente de lo que yo había visto en televisión miles de veces. Y esta historia tan diferente es lo que optó Toei Animation en traer a la vida para celebrar el 20° Aniversario de esta obra que cambió mi vida y definió mis intereses futuros.

Naoko Takeuchi, esa china que no podés creer que sea la creadora de Sailor Moon

Como aficionada al manga, cosa que me convertí gracias a la obra motivo de esta nota, hubo un período de la vida en la que tuve que leer las obras anteriores de Naoko Takeuchi y para cualquiera que haya tenido una oportunidad de leerlas también, debe saber que esta mujer es una autora shoujo de medio pelo.
Obviamente no todos los autores puede ser grandes artistas que sacan éxitos varios como su marido Yoshihiro “Andá a lavar los platos” Togashi, Akira Toriyama o incluso Rumiko Takahashi.

Fuera de su obra prima, los títulos que más se escucharon sobre ella son “The Cherry Project”, manga sobre el romance de una patinadora artística bastante mediocre y que dudo que encuentres lugar para simpatizar con el protagonista masculino, “Chocolate Christmas”, una historia romántica entre una chica de secundaria y un locutor anónimo de un programa de radio muy linda y empalagosa, y “Maria”, la que personalmente considero una de sus mejores obras shoujos pre-Sailor Moon, que cuenta como la protagonista tiene una relación extraña con un patrocinador que le paga sus estudios y  que no sabe quién es.
Incluso después de finalizada la historia de Usagi, los mangas de Naoko no destacaron demasiado a pesar de que con el tiempo aprendió a dibujar un fondo y dejó de hacer a sus personajes flotando en el aire. Sus protagonistas y personajes en general son todos iguales, y se nota su predilección por las mujeres rubias y delicadas.
El manga de Sailor Moon ni es aniñado ni cómico como se ve en el anime que conocimos en la infancia y la historia romántica es mucho más firme de lo que se pudo ver en su adaptación televisiva.

Sailor Moon cumplió 20 años hace dos años.

Para el despistado que todavía no se enteró, Sailor Moon Crystal es una adaptación completamente nueva del manga de la Takeuchi y se hace con motivo de la celebración del 20° Aniversario de la serie que se viene festejando desde hace un par de años.
Esta emisión sale a través de Nico Douga cada dos sábados a las 7 pm ponja (7 am en Argentina) y también está disponible a partir de ese horario en Crunchyroll pero sin el preview del siguiente capítulo.
Para verlo en cualquiera de las dos páginas se necesita una cuenta pero verlo es gratuito por determinada cantidad de tiempo (dos semanas en el caso de Nico). Hay subtítulos en varios idiomas incluído, por supuesto, el español (que deja algo que desear) y el inglés (que está mejor).
En todo caso, siempre está la alternativa esa que usa la gente pobre de descargarlo de algún sitio macabro absteniéndose que los subtítulos apesten igual o más.

La serie está producida por Toei Animation, como dije antes, y tendrá 26 capítulos en total que –de momento- prometen animar completamente la primer saga del manga que cuenta la historia del Cristal de Plata y que abarca los primeros 4 tankoubon de la edición japonesa (al igual que la de Glénat) y tres tomos en la edición shinsouban que salió en el 2003 con el motivo de la emisión del live action (al igual que la versión de Editorial Norma).
El que un poco de anime sabe, conoce que Toei (One Piece, Dragon Ball) no acostumbra a emitir programas con alto contenido en animación y siendo algo que ya se emite por web, muchos no nos pusimos en esperar un gran resultado. Por lo tanto, lejos de unirme a la orda de críticos eruditos de animación que parece que están por todos lados, esta nota es más que nada un guiño nostálgico para aquel que tiene una impresión de la serie vieja pero no la recuerda (sorprendería la cantidad de gente), para aquel que leyó y no leyó el manga y como no, para aquel que tiene ganas de gritar conmigo como Mirtha Legrand encontrando las fosas de Lázaro.


“Moon Pride no tiene nada que envidiarle a “Moonlight Densetsu”

Y yo sé que acá los nostálgicos me van a correr con un palo al grito de “¡¡Cómo se te ocurre!!”, igualmente no pienso cambiar de opinión y esto es por varios factores.
Moon Pride” es el opening que encabeza esta nueva adaptación y es entonado decentemente (gracias a Dios) por Momoiro Clover Z, una banda de minitas que cuentan con una gran popularidad en Japón y que en el evento de presentación del nuevo anime desentonaron muy feo su versión de “Moonlight Densestu”, el opening del anime clásico de Sailor Moon. Por esta razón es que yo no les tenía mucha fe pero parece que en un estudio de grabación se hacen milagros y “Moon Pride” se escucha muy bien.
Lejos de ponerme en crítico de música, el opening me hizo echar agua por todos lados y las razones son puramente visuales. Las imágenes acompañan totalmente a la canción que haciendo honor al mensaje de Sailor Moon y es casi un himno feminista de que las mujeres somos muy power y nos la re bancamos.
 
Los juegos de palabras ya empiezan en las imágenes que van cambiando con cada una de las sailors Scouts y la letra hace referencia al elemento de cada una (lágrimas, rojo, relámpago y amor). 
Así como ante la aparición de Mamoru, que sostiene un libro sobre cristales tal como es habitual en él, la letra habla de que las mujeres no dejarán de lado su orgullo por cosas como un príncipe. Un palo tras palo para el pobre Tuxedo Mask que hasta le vuelven a pegar cuando la letra dice “no necesitamos que un hombre nos proteja”. Pobre flaco, iba al kiosco a comprar caramelos y se le cruzó la marcha feminista.
En el opening también se puede observar al Dark Kingdom que son Mettalia, Beryl y los cuatro Locomia con un traje más claro que el que poseían en la serie anterior y más similar al manga. La canción se pone reloca cuando dice “Una nueva leyenda comienza ahora” y vos ya estás con la piel de gallina mientras pasan imágenes del Reino de la Luna, la Reina Serenity y el fucking Cristal de Plata. Tanto como en el principio como al final, podemos ver a nuestras nenas guerreras poniendo poses a lo Jojo en CGI.
El ending es “Gekkou  ()”, canción también interpretada por las Momoclo y tiene imágenes muy emotivas (?) sobre la princesa Serenity y el Príncipe Endymion caminando de la mano sobre la via láctea con cuatro colores que los acompañan de fondo representando los planetas de las principales guardianas y la luna grandototota que brilla re lindo. ¿No es un amor todo?

La historia en cuanto al manga y el anime clásico



Como esta nota sale con tiempo, tuve la oportunidad de leer variadas críticas que a continuación voy a pasar a ignorar olímpicamente y es porque en parte, son de personitas que la última vez que vieron la serie clásica de Sailor Moon fue cuando dos pubertos tenían un programa en Azul TV y se hacían los cancheros.
La única crítica que voy a tener en cuenta es lo que yo considero a favor que son los colores. Muchísima gente se puso en Picasso a criticar los colores de la serie pero a mí me encantaron todos. ¿Por qué?
Y, no sé, será porque son los mismos colores de las ilustraciones de Naoko Takeuchi.
Uno de los detalles que más encantador me parece respecto a esto es el pelo de Makoto, que por fin tiene su marrón clarito tirando muchas veces a rosa, tal cual como se ilustra en el manga. Otros que fueron modificados son la mamá de Usagi y su profesora, pero al ser personajes secundarios puedo decir que me importa un pepino lunar.
Otro detalle por demás hermoso además de ser un muy buen augurio, es el nombre del capítulo, “Usagi – Sailor moon”, que comparte el título con el del manga. Esto puede significar que realmente se van a apegar a la trama original y el grupo de scouts debería completarse a la brevedad.
Leí por ahí a mucha (MUCHA) gente diciendo que esta adaptación es lo mismo que la anterior pero sin relleno y tengo que decirte, pequeño saltamontes, que están equivocadísimos. Esto no es para nada como Dragon Ball Kai, esta es una adaptación de cero y se debe a que la serie clásica respetó poco y nada la historia original del manga. Sólo se compartieron unos cuantos elementos pero se modificaron bastantes partes de la historia ya que la serie vieja estaba apuntada para un público infantil mientras que el manga iba subiendo de tono. En la volteada no sólo cayeron elementos dramáticos geniales sino que además, personajes como Sailor Mars perdieron completamente su personalidad original.


Otra cosa que se perdió en la serie de 1992 y se recuperó en esta adaptación son los accesorios, y a usted le va a parecer una boludez pero a mi me encanta que se puedan ver concretamente.
El traje de Sailor Moon ahora sí es completamente igual al del manga y con la tiara, elemento importantísimo, deja de lado su “Moon Tiara Action” para reemplazarlo con el “Moon Tiara Boomerang”.
La transformación nueva está realizada en CGI y acá debo admitir que un poco de nostalgia me agarró porque la primera de “Sailor Moon” es mi transformación favorita y el track de fondo estaba genial. De respetar lo que pasa en el manga, las transformaciones no deberían ser recurrentes pero dudo que esto pase así al ser una serie de Toei. Aparte, es divertido ver como patalean por el CGI.
El cuestionado nuevo diseño de personajes está acertado y esto es porque la historia del manga es  más dramática que la que se plasmó en el anime viejo. Sailor Moon tiene comedia pero no son los momentos que predominan y Usagi está diseñada para ser mucho más linda de lo que se podía apreciar en la serie clásica. Shingo, su hermano menor dejó de ser un negro adoptado para finalmente parecer de la familia con su pelo rubio. Los personajes “lindos” como Motoki Motoki oniiiiiiiii-san!), el chico de los videjuegos, se ven con un marco de flores alrededor para representar un hecho recurrente del manga donde las chicas se babean por cualquier chongo potable que ven. Las mujeres se ven mucho más femeninas a pesar de tener 14, ya que en el dibujo de Naoko, ella las hace más estilizadas y atractivas.
El juego de Sailor V se ve más moderno y esta vez sí se puede el sueño que tiene Usagi justo antes de conocer a Luna sólo que con algunas modificaciones como la de que Motoki no aparece.

El anime de Sailor Moon recupera el romance (o eso parece)



Quizás para alguna persona este título puede ser desconcertante pero volviendo a que estamos hablando de un manga shoujo, el anime viejo de Sailor Moon no presentó tintes de romance hasta muy entrados los capítulos.
Como todos saben, la primera historia se centra en el amor de Usagi y Mamoru quienes reencarnaron en la Tierra para poder volver a encontrarse. Esto, a primera vista, parece respetarse en Crystal cuando Usagi se sonroja al ver a Mamoru cuando se encuentran por primera vez. En la serie vieja, ella se enoja y se marcha y su relación dista de ser cercana. Él hasta sale con Rei un par de veces y no muestra interés romántico por Usagi hasta que descubre que es la Princesa Serenity.
De seguir las líneas originales, los encuentros de Usagi y Mamoru, deberían ir mostrando el interés que poseen el uno por el otro. 


Otro punto importante que se recuperó, es la edad de Mamoru, que dejó de ser un pederasta de 21 
años que molesta a una nena de 14 cada vez que se la cruza a ser simplemente un chico de secundaria de 17 años que es mucho más maduro de lo que debería ser debido a los problemas que lo acongojan.
Los sueños que se mencionan y  sólo se ven un par de veces en el manga, se hicieron presente en este primero capítulo cuando Usagi menciona que los tiene.
En su primera aparición, Mamoru tiene su traje de smoking de Tuxedo Mask pero sin su antifaz y con unos anteojos oscuros mientras que en el anime clásico llevaba su horrible saco verde mientras está parado frente a la joyería de la mamá de Naru. Esto en futuros capítulos se verá que es importante pero en la serie vieja queda en nada, ya que Mamoru no sabe que es Tuxedo Mask y la escena pierde importancia, y sólo está parado ahí porque sí. Volviendo a los accesorios, el traje tiene todos los accesorios e incluso se nota que lleva su reloj, que es importante en la trama.

¿De qué nos vamos a perder en Crystal?

El preview del capítulo dos nos muestra la aparición de Ami que en la serie vieja pasa recién en el capítulo ocho. En el medio pasan todas cosas completamente inventadas como el primer enfrentamiento de Sailor Moon y Jadeite en una escena graciosa donde Tuxedo Mask la salva tirando una rosa y Jadeite se retira porque si, mientras el otro se marcha riéndose (?!). Tampoco podremos ver a Umino poseído por los malos tratando de levantarse a Usagi y siendo tan malo que fue de traje a la escuela en lugar de su uniforme, ni tampoco cuando se viste de mujer para participar con Naru de un concurso de talentos.
Todos estos capitulazos van a estar a ausente de la nueva versión para la decepción de los amantes de los viejos diseños y la comedia elegante.

Desde que era chica y vi por primera vez Sailor Moon, pasé por varias etapas hasta llegar al manga. Lejos de espantarme, esa historia tan diferente hizo que Usagi me gustara más y todos estos años, siempre lamenté no haberlo visto animado. Esta iniciativa de darle vida fielmente al manga es como un regalo de cumpleaños tardío para mi pero eso no le quita lo genial que es.
En esta nota no hay lugar para las críticas. Esta nota está dedicada para todas las personas que se enamoraron como yo hace veinte años atrás de una Usagi Tsukino transformándose por primera vez y revivieron exactamente ese latido en su corazón cuando vieron el primer capítulo de Sailor Moon Crystal sabiendo que por fin ibas a ver animado todo lo que extrañaste del manga.
Para ustedes y para mi.