lunes, 2 de septiembre de 2013

Ray Collins - Homenaje merecido - Crack Bang Boom 2013.


Como todos los años que se viene haciendo Crack Bang Boom, hay un homenajeado,  este año le tocó a Eugenio Zappietro, más conocido con su seudónimo: Ray Collins.

A Collins lo recordamos de muchísimas páginas de editoriales como Columba y Record. Escritor de Rocky Keegan, Canadá Joe, Henga, Jackroe, Conrack, Aguila Negra, Nekrodamus, Alan Braddock, El Cobra, Vargas, Hilario Corvalan, Chinatown y varios más. Conocido como uno de los grandes guionistas de la historieta nacional, autor de un policial muy recordado: Precinto 56, dibujado por Lito Fernández.
  En esos años entre Hector Germán Oesterheld y Robin Wood hay un vacío de guionistas importantes en la historieta argentina. Cuando Oesterheld se retira entra Ray Collins e impone un sello propio en cada una de sus historietas, llega de a poco a esa masividad. Personajes duros, deudas de honor por saldar, viejos tipos ingleses, espiritu shakesperiano y narrativa mágica.
Datos de color mencionables: es también autor de teleteatros e historiador. Ex-comisario de la Policía federal Argentina y desde 1992 director del Museo Policial e Investigaciones Históricas.

Este tipo de reconocimiento es una de las cosas que más me gustan del evento, son cosas que hacen falta, que reivindican un gran talento, un "Nosotros sí nos acordamos y lo valoramos, si vos no lo conocías, mirá". Son cuatro décadas de un tipo que no paró de escribir y que lo hacía bien. Alguien que llevó sus historias a la editorial Abril y se las publicaron, aún sin ser comisario inspector era un agente de rondas nocturnas y luego fue escalando. El hombre de los mil seudónimos trabajó con Ernesto García Seijas, Arturo del Castillo y Lito Fernández, entre muchos otros. ¿Cómo no se va a merecer un homenaje?