martes, 30 de abril de 2013

Miles de Hombre Araña - La Payada de Kid Koala.



Hay una cara nueva tras la máscara. Un pendejito de 12 años que intenta seguir los pasos de Peter y no morir en el intento. Las cosas no han cambiado tanto para el Hombre Araña, ¿Y para Miles Morales? Vení, conocé al nuevo... Spider-Man.



Tras una década desde su lanzamiento, el universo Ultimate ya no era lo que fue. La premisa de un universo fresco, con caras conocidas y la posibilidad de contar historias nuevas con personajes conocidos es difícil de lograr tras diez años de... Continuidad. Si el gancho era que no tenías que tener ningun conocimiento previo de los personajes para captar todo y arrancar a leer, el chorro se cortó cuando juntaste quince TPs de Spider-Man en un estante de librería o comiquería. Explicar a Gwen Stacy es un quilombo, no es algo fundamental, pero ese tipo de cosas complican la historia al pedo. So... No es que estaba roto, pero se notaban las rajaduras. Había que arreglarlo.


Las mentes maestras de Marvel cranearon un plan para devolver ese atractivo a la línea. Lo mejor que les salió fue “Ultimatum”, un “Rompan todo” total con mucho gore que afectó principalmente a los X-Men y resultó un desastre de críticas. La miniserie fue un bodycount de mutantes y nada más. En teoría, la idea era separar al 1610 del 616. Las cosas que no podrian ocurrir jamás en la continuidad oficial, eran posibles en la línea Ultimate. Ultimatum fue un paso en falso al que le siguieron Ultimate Doomsday para los Fantastic Four y Ultimate Avengers Vs New Ultimates para los Vengadores.


El sacudón de Spider-Man fue mucho más allá, “La muerte de Spider-Man”, no era exactamente la muerte del arácnido pero sí la de Peter Parker. Pese a que no es la continuidad “oficial”, la movida generó un quilombito importante, el enojo de los fans y una gran repercusión en los medios. Acá no estuvimos ni cerca de que Fantino mencionara el tema, pero casi (?).


Si tenemos en cuenta los últimos años a Marvel no le disgusta la idea de tener otro alter ego para Spider-Man. Es verdad, Peter Parker siempre será el Hombre Araña, pero en la actualidad... No. Como viene ocurriendo hace tiempo en Marvel y DC cuando introducen un personaje nuevo, se presenta a alguien perteneciente a una “minoría”. Es un buen momento para ser negro, latino, mujer, enano o travesti. No pasará demasiado tiempo hasta que aparezca, efectivamente, una mujer enana de ascendencia negra y latina. Probablemente sea la próxima Batgirl o el nuevo hijo de Wolverine.


Miles Morales tuvo su primer aparición en las comiquitas a mediados de 2011, en el número #4 de la
miniserie Ultimate Fallout. La mini le puso moño a la muerte de Peter, a la etapa anterior del universo Ultimate y sirvió para relanzar la línea completa, que a fines de ese año editó Ultimates, Ultimate X-Men y, por supuesto, Ultimate Spider-Man.


La idea no es spoilear demasiado, así que contaré un poco quién es Miles y trataré de ser vago en lo que concierne a las historias. No son tantas, pero ya hay una idea de lo que es el pibito. ¿Ok? Como dije, Marvel y DC le están dando mucha bola a las “minorías”, y “diversidad” es una palabra muy de moda en la industria, en busca de recompensar unos ¿cincuenta? años de personajes anglosajones. Miles es afro-latino-americano o algo así. En las historias nada de esto cuenta. No es el negro con actitud que fueron Luke Cage o John Stewart y tampoco es el hijo de mexicanos que tira un “oye vato” o alguna boludez de esas en las que habla mitad y mitad como el Bunker de los Teen Titans del N52. Es un yanqui de color y listo. Bien, Bendis por alejarse de los clichés. Los primeros números de Ultimate Spider-Man entran, cronológicamente, un poco antes de la aparición de Miles en Ultimate Fallout. Sabremos cómo consiguió sus poderes; también descubriremos cuáles son, porque no son los mismos que Parker. El pendejito ligó de más y cuenta, además de los que tenía Peter, con otros: de momento, la posibilidad de volverse invisible y un toque venenoso que paraliza a sus oponentes. Suficiente para compensar su inexperiencia y poder afrentar los peligros que encuentra... o lo encuentran.


Miles tiene apenas 12 años y esa edad, su físico e inocencia es algo que Sarah Picchelli, la artista inicial de la serie, ha sabido captar. Es un enanito agil. Peter era un poco mayor y más estilizado, al menos mientras lo dibujó Bagley, David LaFuente cambió mucho el estilo, pero la imagen es la de un adolescente larguirucho. El nuevo Spider-Man es un nene y quienes lo conocen no necesitan oirlo hablar para saberlo. Esto se volverá en su contra muy a menudo. Especialmente a la hora de mantener secreta su identidad.


Ganke es el mejor amigo de Miles. El único, quizás. Peter tenía un cast de secundaria bastante nutrido, con MJ, Gwen, Flash y Kong; no es el caso de este chico. Ambos van a la misma escuela y supuestamente Ganke es bastante inteligente, aunque no deja de ser un niño que juega con Legos, ha probado ser un buen sidekick de super-heroe.


La familia Morales es otro de los motivos que atraen al lector. El padre odia a los super-heroes y no piensa nada bueno del nuevo y misterioso hombre araña y la madre está a favor de lo que implica alguien peleando por la justicia. El tío es un ladrón de malas pulgas que fue un dolor de cabeza para su padre y puede ser una mala influencia para su sobrino.  


La línea Ultimate, en especial Spider-Man modernizó muchas de las historias originales, contandolas de una manera distinta e interesante, pero la que mejor salió, creo, es Spider-Men, la miniserie que juntó a Miles y a Peter Parker. Esto es un Flash de dos mundos (la clásica Flash 123 donde se juntan Barry Allen y Jay Garrick por primera vez) en el siglo XXI. La mini es super recomendable, en especial para los fans de Parker (616 y 1610). Resuelve Misterios que habian quedado colgados de años atrás y brinda muchísimos momentos emotivos y de comedia entre los personajes. A mi me gustó mucho más leer a Gwen con Peter que cualquier otra cosa. Y el final es una ventana abierta que, espero, no tarde demasiado en hacerse cerrar.


Brian Michael Bendis no terminó del todo bien su etapa en Avengers (y aun resta leer el final de su despedida: Age of Ultron), pero escribiendo a Peter o a los mutantes ahora, demostró y demuestra que puede escribir adolescentes tridimensionales con capacidad. Miles Morales es su chance de empezar de cero con un personaje, tomar los conceptos que le parecen esencial al mito de la araña para añadirlos y crear una mezcla única. No todo fue borrón y cuenta nueva y Bendis nos muestra muchos actores secundarios de la época de Peter; La tia May, Gwen, MJ, Spider-Woman, Nick Fury y J.J. Jameson andan por ahí. Todos ellos tienen un amor o un respeto grandísimo por Peter y no todos se toman con el mismo entusiasmo ver un nuevo hombre araña. Además de los buenos, quedan varios malosos rondando por ahí. Los últimos números de la serie recuperan al temible Venom. ¿Qué tan bien le puede ir a un chico inexperto frente a tamaño desafío?
¿Y si lograra sobrevivir al simbiote creado por el padre de Peter, podrá hacer lo mismo con su vida? Miles es un niño, verlo crecer, bajo la tutela de Bendis, sin duda será interesante. Por lo pronto, no falta mucho para que aparezca una noviecita por ahi, una chica que lo anda siguiendo con la mirada y a la que aun no le dió bola.


Ultimate Spider-Man cumple con lo que propuso hace más de diez años atrás. Historias libres de continuidad, con personajes frescos, donde todo puede pasar.