lunes, 25 de marzo de 2013

¿Pensás que los robots no pueden odiar? - El Mangazo de Manipuladora.


En la antigua mitología europea, el Dios de la Muerte tenía cuernos. El cazador Herne, quién tomó las almas de los guerreros fue llamado "El rey de los cuernos".
En la mitología griega, el Rey del bajo mundo era Hades pero, en la mitología romana, el Rey de la muerte era Pluto.
Cuando yo era chica, miraba mucha tele. Mucha. Demasiada. 

Y entre todo lo que miraba (la mayoría basura, por cierto) siempre había algún dibujito futurista y hasta series de personas reales que me daban la impresión que era la única que lo miraba. 

Muchas marcaban como puntos importantes en la historia el año 2000 o 3000, donde veías a los protagonistas usar naves espaciales como autos, casas flotando en el cielo, robots haciendo de sirvientas o gente viviendo en colonias en el espacio.
Y claro, como sos chico no te ponés a pensar de que algunas cosas podrían ser cercanas a la realidad porque todo avanza muy rápido. Ni tampoco que estás en el año noventa y pico y el 2000 no está tan lejos como parece. Hablando lo más realistamente posible, claro. Todavía no voy a laburar en una moto voladora.




En Pluto, nos encontramos con un mundo futurista, nada parecido a los dibujos que miraba de chica y algo alejado de realidades como Los Supersónicos (o “The Jetsons” para los hipsters) pero sí algo quizás más cercano, para mi mente todavía infantil, a nuestra realidad.

Acá la convivencia entre humanos y robots es algo normal. Donde te rompés una pierna y podés reemplazarla con una parte mecánica. Podés tener un perro robot o incluso una familia entera.
En este mundo que se acerca a un futuro no muy lejano, a diferencia de los dibujos que yo miraba, no está establecido que el uso de robots sea sólo como sirvientes de humanos ni como herramientas para facilitarnos la vida. 
Ellos también tienen derechos. 
Tienen vida propia, como una nueva raza, trabajos independientes e incluso algunos forman a su vez familia o simplemente se casan para imitar la vida que los humanos pueden llevar. Es en el día a día te podés encontrar en la calle tanto humanos como hasta perros robots.
Pero como en todo, la evolución en los robots también existe en sus derechos como seres vivientes como en la forma en que se ven.
Algunos conservan su apariencia cuadrada semejante a un lavarropas mientras que otros son tan parecidos a los humanos que no podrías distinguirlos a menos que ellos mismos te saquen de tu error.
En este futuro, dónde todavía hay gente que no los acepta y otra que los ve como iguales, el detective de la Europol, Gesicht, tiene que interrumpir su actividad normal para investigar una serie de asesinatos misteriosa que podría encerrar uno de los misterios más grandes que jamás haya visto.

Las víctimas, Bernard Ranke, miembro de la sociedad de los derechos del robot y un reconocido héroe de la 39° Guerra del Medio Oriente, Mont-blanc, comparten las mismas características en su muerte: los dos fueron asesinados de una manera brutal, imposible para un humano, y ambos poseen dos cuernos armados por el agresor sobre sus cuerpos. 

La investigación podría llevarse fácil, porque como dije no es algo que un humano pudiera hacer, pero está el pequeño detalle de que todos, absolutamente todos los robots están programados para no lastimar humanos.

Excepto por uno,  Brau-1589, el único robot de la historia que fue capaz de lastimar a un humano y el primero que Gesicht decide visitar.  
Esta visita lejos de ser tranquilizante le desencadena una serie de dudas, no sólo porque Brau-1589 está imposibilitado para cometer estos crímenes sino porque esto implicaría que hay otro robot en el mundo que puede generar semejante contradicción.  No es un humano pero tampoco puede ser un robot.

Llega la segunda víctima robot, North II, y ahora podemos señalar con seguridad que la dirección que estamos tomando es la guerra del Medio Oriente y las sospechas sobre los humanos pueden disiparse por un rato. 

Aquella guerra que más que una lucha fue una invasión. El mundo consideraba a Persia, un país peligroso por la supuesta creación de robots que podrían ser utilizados como armas de destrucción masiva.
En este conflicto, donde el único perdedor fueron los habitantes de ese país y se perdieron las “vidas” de miles de robots, seis vidas artificiales se destacaron como los héroes indiscutidos y son las evidentes víctimas con las que este asesino misterioso intentará acabar.
Dos de ellos, North II y Mont-blanc,  ya cayeron así que Gesicht, además de tener que protegerse a él mismo como propio partícipe de la masacre en Persia, deberá advertir a los científicos involucrados y a los héroes robots: Heracles, Brando, Epsilon y el robot más famoso del mundo,  Tetsuwan Atom (o como le decimos en el barrio, Astroboy). Todos partícipes de la destrucción de Persia de una forma u otra.





Sobre el Autor:

En el año 2003, mientras en los televisores de los japoneses se estrenaba el 6 de Abril el nuevo (nuevo) dibujo de Tetstuwan Atom  en la Big Comic Original de Shogakukan, se publicaba el primer capítulo de Pluto
La idea era que además de comenzar una nueva serie de TV se incluyera al personaje en un nuevo manga y se estrenara como guiño en esa fecha, ya que Atom cumplía años el 7 de abril, mismo día en el que originalmente Osamu Tezuka publicaba el primer capítulo de ese manga.

Por eso es que, con la colaboración de Makoto Tezuka, el hijo mayor del capo del manga, y el, en ese momento ya consagrado, autor Naoki Urasawa, decidieron iniciar esta historia basada en el arco del manga original denominado “El robot más fuerte del mundo”.
Pluto desarrolla la investigación de Gesicht, personaje secundario de Astroboy de 1963, y deja muchos guiños al lector pionero, y nos envuelve a lo que puede ser el posible final del robot más famoso del mundo. Urasawa escribe la historia mostrándonos y relacionándonos con cada unos de los personajes, no importa cuán pequeño sea su papel como siempre suele hacerlo.  
A veces te da la impresión de que estás mirando uno de los mejores capítulos de la temporada de Law and Order.

Naoki Urasawa es el creador de Monster (manga que se está publicando mediocremente en Argentina por Larp Editores), 20th Century Boys y Master Keaton entre otras genialidades.

Lamentablemente, sólo un manga de él se puede conseguir en las comiquerías y no es este. Por suerte, aunque algo caro, podemos conseguir en algunos lugares la edición de lujo que Planeta DeAgostini publicó en España en ocho volúmenes cerrando esta historia con páginas a color y un montón de chucherías. 
Ozamu Tesuka  es el creador de Ribbon no Kishi (o La Princesa Caballero), Jungle Taitei (o Kimba, el león blanco), BlackJack (o Black Jack con espacio (?)) y un largo etc. En Argentina la editorial fantasma Deux Studio empezó a publicar el manga de Astroboy hace unos años y murió en el intento sólo llegando a sacar hasta el tomo cinco.
Se considera a Tezuka, el amo y señor responsable de que hoy en día podamos disfrutar este arte hermoso que es el manga y, cómo no, también de que yo tenga el lujo de escribir esta nota.