El relato del héroe solar presenta su propia estructura arquetípica, la cual podríamos sintetizar en 3 fases:
1) Nacimiento y Exilio: El nacimiento del héroe solar es siempre un suceso milagroso, afirmando su naturaleza divina, sobrehumana. Este origen milagroso involucra comúnmente el nacimiento por parte de una madre virgen, encinta por un procreador espiritual (un dios, padre divino del héroe).
Al principio del relato, el niño héroe corre peligro de ser aniquilado (generalmente por su padre terrenal, un rey despótico que teme ser destronado). Para evitar su aniquilación, las fuerzas que favorecen el destino del pequeño (su madre, aliados cercanos, hadas, dioses), se ven forzadas a alejarlo para mantenerlo oculto, en secreto. En casi todas las versiones más antiguas, el niño héroe es depositado en una canasta o en un reciente similar y abandonado a su suerte en la corriente de un río o la orilla de un océano. Despojado así de su condición real/divina pero favorecido por su destino heroico, el niño héroe sobrevivirá a la oscuridad de las aguas y llegará eventualmente a una costa segura. Allí será encontrado por personas de categoría humilde y conducta bondadosa (generalmente campesinos) quienes, considerando el suceso un milagro, lo criarán como su propio hijo.
2) Iniciación: El héroe pasará por una etapa de aprendizaje y a lo largo de su crecimiento irá dando cuenta de virtudes sobrenaturales. Al llegar a la mayoría de edad, comenzará a descubrir los signos de su herencia secreta y divina. Esto lo llevará a asumir su condición de héroe, debiendo atravesar determinadas pruebas (las cuales involucran comúnmente la lucha contra monstruos y búsquedas extraordinarias) de las cuales saldrá transformado. Esta etapa constituye el llamado arquetipo de la Iniciación, e involucra siempre un activo descenso del héroe al inframundo (averno, caverna, Hades) para enfrentar al monstruo que guarda a la doncella o conquistar el tesoro escondido, símbolo de su propia transformación. Este descenso se configura como una muerte, literal o simbólica, que el héroe debe atravesar para poder emerger renacido (deificado).
El termino héroe solar proviene, en parte, de los antiguos rituales cíclicos de la fertilidad asociados a estos personajes como figuras de culto. En estos, la muerte y el renacimiento del héroe coinciden con los ciclos estacionales y con la “muerte” y el “renacimiento” (solsticios y equinoccios) del Sol a lo largo del ciclo anual.
3) Apoteosis o Deificación: Finalmente, el héroe asumirá su condición divina, cumpliendo su destino de salvador del mundo. Por regla general, en muchas mitologías, esta consagración supone la ascensión del héroe regional en dios solar, convirtiéndolo así en una figura religiosa. Las deidades solares del mundo antiguo eran, de esta forma, “héroes ascendidos”.
Ejemplos de esta estructura arquetípica se encuentran en prácticamente todas las culturas conocidas: Perseo en la mitología griega, Sargón El Grande en la mitología caldea, Mitra en Persia, Krishná en la India, Abraham y Moisés en el Antiguo Testamento, Starkadr en la mitología escandinava, Rustam en la mitología iraní, Chandragupta en la mitología hindú, Lugh en la mitología celta… son solo algunos de los tantos y diversos ejemplos que la mitología registra.
Como explicábamos en la tercera parte, según la psicología junguiana, el héroe solar es el representante arquetípico de la consciencia colectiva abriéndose camino frente a las fuerzas regresivas de lo inconsciente. En los relatos antes mencionados, las fuerzas regresivas y devoradoras del inconsciente que el héroe debe enfrentar están simbolizadas por las aguas, el océano y los clásicos monstruos terribles que constituyen sus pruebas. Las aguas que acosan al pequeño héroe al principio y lo llevan a la deriva simbolizan la inconsciencia colectiva de la que el héroe debe emerger para poder afirmar su individualidad.
Contemplemos entonces a Superman, nuestro moderno héroe solar, y veamos como está estructura arquetípica vuelve a aparecer, refundida en simbolismos modernos. En la historia de Superman, el “mar del inconsciente” que el niño-héroe debe atravesar ya no es el océano, sino que aparece simbolizado como el espacio exterior. Esto, desde el punto de vista de la psicología junguiana, tiene gran coherencia: en la antigüedad, el hombre proyectaba sobre el mar todo lo desconocido, convirtiéndolo en el símbolo principal de lo inconsciente colectivo. En la modernidad lo desconocido (lo inconsciente colectivo) ya no está proyectado sobre el mar, que para el hombre moderno es más o menos conocido, sino sobre el espacio exterior. En esta versión moderna del héroe solar, los elementos milagrosos/divinos son sustituidos por una explicación de ciencia ficción: el héroe proviene no ya del mundo de los dioses celestiales, sino de otro planeta. La “cuna” del héroe en la que este es exiliado se convierte en nave espacial: la nave en la que Jor-El, padre del héroe, envía a la Tierra al pequeño Kal-El para salvarlo de la inminente destrucción de su planeta natal, Kripton. No será casual que el guionista John Byrne, al volver a contar la historia del origen de Superman para los lectores de 1986, convierta la nave del pequeño Kal-El en una matriz de gestación.
Al llegar a la tierra, el último hijo de Kripton será, como todo héroe solar, criado por una bondadosa familia de granjeros, los cuales le enseñarán el valor de la humildad, la generosidad y la responsabilidad. Al descubrir su legado cósmico (divino/celestial), su origen y sus poderes, Clark Kent pondrá estos al servicio de la humanidad, convirtiéndose en Superman. A diferencia del übersmench de Nietzsche, que se encuentra más allá del bien y el mal, el código de conducta de Superman estará implícitamente anclado en una moralidad judeocristiana y un sistema de valores liberal-democrático norteamericano.
Antes de Superman, el último de los héroes solares de la cultura occidental fue Jesucristo. La historia de Cristo, en el Nuevo Testamento, repite la misma arquetípica estructura solar: el nacimiento de virgen, el exilio, el descenso al infierno y finalmente, la consagración, reformulándose en nuevos motivos.
Como Cristo, al final de su propia consagración, Superman se elevará por encima de nuestras ciudades, todopoderoso, iluminado por nuestro sol (el cual Byrne, más tarde y apropiadamente, convertirá en el origen de los poderes del héroe), transformándose en nuestro salvador, la bondadosa divinidad celestial que desde los cielos vela por nosotros, castigando al culpable y protegiendo al inocente.
Incluso los padres terrenales del héroe, Martha y Jonathan Kent remitirán directamente a aquellos pastores bíblicos del Nuevo Testamento que cuidaron a Jesús, el hijo celestial entregado a nuestro mundo por su padre para salvar a la humanidad. Acaso las iniciales de los nombres de Martha (madre de un hijo sin pecado concebido) y Jonathan Kent (un padre trabajador, humilde y granjero), idénticas a las de María y José, padres terrenales de Jesucristo, no sea casuales.
En 1978, conscientes de esta simbólica analogía, los guionistas de la primera película de Superman ponen en boca de Jor-El, el “padre cósmico” del Superman: "Pueden ser un gran pueblo, Kal-El, desean serlo. Sólo necesitan la luz que les muestre el camino. Por eso especialmente, por su capacidad para el bien... te he enviado a ellos, a ti... mi único hijo.". Su director, Richard Donner, diseñaría la nave de Superman como una estrella de Cristal, aludiendo claramente a la Estrella de Belén, signo de la llegada del salvador a nuestro mundo.
Superman Returns, la reciente película de Brian Singer que homenajea y sigue los pasos de los films originales, profundiza esta analogía cristiana, creando una película de superhéroes llena de alusiones religiosas. Singer nos muestra a Superman como un ser superior que vela por nosotros desde los cielos, pero a la vez tiene prohibido, por orden de su padre de Kripton, alterar con sus poderes la historia de los hombres, dejándolos a su libre albedrío para que elijan entre el bien y el mal. “El hijo se convierte en padre y el padre en hijo”, pronuncia Jor-El al principio de la película, haciendo referencia a la Santísima Trinidad.
Semejanzas similares entre Superman y Jesucristo (así como otros héroes solares divinizados de la antigüedad) podemos encontrar entre la muerte y la resurrección de Superman y las resonancias sociales que causaron en su momento. Como los héroes solares del mito, que morían cada invierno para renacer con el nacimiento del verano, Superman morirá solo para volver a la vida resucitado y nutrido por la matriz solar conservada en su fortaleza en el Polo Norte.
En Superman Returns, Superman atraviesa su propia pasión crística: despojado de sus poderes, es apaleado por los hombres de Lex Luthor, recibiendo una puñalada de kriptonita en el costado. Finalmente sacrificándose para salvar el mundo, Superman atraviesa una especie de muerte. Su caída desde el espacio asume la postura del Cristo crucificado, con los brazos en cruz y las piernas unidas. Luego del despertar/resurrección de Superman, Singer culmina el film con el personaje asegurándole a Lois Lane: “siempre estaré por aquí”, resonando con la promesa de Jesús a sus apóstoles “estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”.
Vemos así como las semblanzas entre las figuras de Cristo y de Superman, los héroes solares más representativos de la cultura judeocristiana, a través de la propia imagineria colectiva, se enriquecen y se van tornando más evidentes. Podemos entender, finalmente, que quiso decir Grant Morrison en la última Comic-Con, cuando con brillantez definió a Superman como "un Jesús pagano y tecnológico de ciencia ficción".
Como otra identificación explicita de Superman con los héroes solares de la mitología clásica, Morrison nos presentó en el 2009 la que ya es considerada, a juicio de muchos, una de las mejores historias de Superman de todos los tiempos, llevada ahora al campo de la animación: All Star Superman. En ella, Morrison asume sin rodeos el carácter mítico-divino del personaje poniéndolo en la tarea de realizar sus 12 trabajos o pruebas definitivos, en clara referencia a los 12 trabajos de Hércules. Hércules, héroe solar por antonomasia, y sus 12 trabajos no son otra cosa que una versión simbólica del camino que realiza el Sol a lo largo de su ciclo anual, pasando por las 12 constelaciones zodiacales, las doce pruebas de la consciencia en su camino trascendental hacia si misma.
Las vestiduras cambian, el arquetipo permanece. Alimentándose con el bagaje subterráneo de los símbolos y valores sociales de las culturas que los conforman, los símbolos arquetípicos emergen del crisol ardiente de sus épocas, y las reflejan.
A partir de la aparición de la figura de Superman en las páginas de los comics, un nuevo tipo de mito heroico se hace presente en la psique colectiva. En la quinta parte analizaremos los elementos que conforman este nuevo mito que ha llegado hasta nuestros días con una enorme fuerza vital: el mito del superhéroe.
Fuentes:
Carl Gustav Jung – Símbolos de Transformación.
Joseph Campbell – El Héroe de las Mil Caras.
Ken Wilber – Después del Edén.
Me enorgullece de sobremanera contar con notas de tanto nivel de análisis, para Tierra Freak. En serio, Cristian, te venís pasando con estas notas, pero esta me dejó helado.
ResponderEliminarSi bien es inevitable la comparación de Superman con Cristo, y hasta por ahí, algo común, nunca llegué a tal nivel de detalle, y todo encaja perfecto.
Pero lo que más me sorprendió, fue el incapié hecho en la peli de Singer, detalles de los que no me había percatado y ahora tendré que reveer la película (que sí me gusta a diferencia de muchos otros, y tengo original) para disfrutarla nuevamente, pero con otra mirada.
Tampoco sabía lo de Superman All Star, lo de las 12 tareas que hacen referencia a los 12 trabajos de Hércules.
Como verás, no sé una goma de esas cosas, la mayoría las aprendí con Saint Seiya (que parece que no tiene nada que ver, pero para el caso... todo tiene que ver con todo).
Muy buena nota, gracias por aportar diversidad y contenido de calidad al sitio.
Que buena nota!! ahora me dan ganas de ver todo de nuevo sabiendo estas cosas y hacer otro análisis de las peliculas y de All Star Superman, no recordaba lo de los 12 trabajos ni me hubiese dado cuenta sola.
ResponderEliminarMuy interesante lo de Martha Y Jonhatan, como M y J. Y tambien que en la modernidad se troca el mar ya conocido por el espacio, me resuena a lo que hablamos la otra vez de la realidad daemónica. Es increible como siempre las mismas cosas están detrás y se van convirtiendo acorde a la época.
Vos lo dijiste: "Las vestiduras cambian, el arquetipo permanece", una genialidad.
Felicitaciones por todo el trabajo realizado! tanto esfuerzo valió la pena.
Nos vemos!!!
:D
Brillante, enmudecedora. He leido muchas notas sobre superheroes que apenas insinuan lo que con tanta claridad se expone aca. Un trabajo barbaro Christian, mis mas sinceras felicitaciones, como fan de Superman puede que tuviera algunos datos o los imtuyera pero ty labor uniendols y exponiendolos con la mirada de Jung es fantastico.
ResponderEliminarHernan S.B.
Me encanta cuando te revelan cosas que no sabés, ofrenciéndote reveer las cosas con un punto de vista que desconocías.
ResponderEliminarHago un paralelo por ejemplo con letras de canciones las cuales quizás uno pasa por alto, o las reinterpreta, quizás sin saber nunca lo que quiso decir el autor, hasta que viene alguien y te dice "ésto lo dice por tal y tal cosa".
Siempre me resultó muy mesiánica la foto de Superman Returns donde está elevado sobre la tierra y con los brazos abiertos, increíble. Te da una sensación de que el tipo está más allá. La interpretación de la escena donde está "crucificado", es un gran hallazgo, no lo hubiese notado nunca.
Felicitaciones por el análisis.
Genial!!! Simplemente imcreible!!
ResponderEliminarUna excelente nota, excelente... encontraste una bocha de paralelismos (ParaLelos?) que nunca los habia notado, o nunca les habia prestado atencion, y los expones de una manera tan clara y accesible (incluso para los q no tienen muchos conocimientos en comics) q hace de esta una nota sinceramente MAGNIFICA!
ResponderEliminarDe los mas entretenidos y profundos analisis q lei. Posta
Les agradezco a todos por sus sinceros y positivos comentarios! Y gracias Saki, nuevamente, por tener la mejor onda y valorar de la mejor manera este trabajo! Definitivamente fue la mejor recepción de todas, y una grata sorpresa para mi ver que hay quienes encontraron valioso este tipo de analisís.
ResponderEliminarEste es el poder de la hermenéutica! :D Revelarnos la profundidad de los simbólos vivientes de nuestra cultura y hacernos conscientes de sus sentidos subyacentes. y cómo vos decías, Saki: todo tiene que ver con todo.
Ojala este trabajo anime a otros a internarse tambien en esta vasta y enrriquecedora region que es la herméneutica del simbólo.
La verdad es una gran nota, esto demuestra como hay tantas cosas que nos rodean que escapan en su verdadero cáliz (ahí tenemos otra otra reminiscencia católica) y sentido a nuestros vacuos ojos y su reducida concepcion de la realidad. A veces me da la sensación de que vamos por la vida tan mecanizados que no vemos más que la superficie de todo. Nunca se me hubiese cruzado hacer un análisis tan profundo sobre este superhéroe, que loco que a los superhéroes mucha gente los considere infantiles o "cosas de chicos" cuando en realidad el trasfondo es completamente distinto.
ResponderEliminarAguardo la próxima entrega, cada vez se pone más interesante.
Felicitaciones!
Delvale.
Muchas gracias por tu comentario, Delvale! :)
ResponderEliminarVerdaderamente es muy satisfactorio para mi comprobar que este trabajo ha tenido alguna resonancia. No falta tanto para la próxima entrega!
saludos
Christian