Entrevista a Andrés Accorsi Volumen 2 - Vuelve Comiqueando!

Meses caóticos, entre bolas de comics nuevos, presentaciones, miles de novedades de la Comic-Con, la organización del Viñetazo y mil cosas más...vuelve a la Comiqueando! Revista que siempre nos dió algo interesante para leer, y su regreso por estos lados no pasa desapercibido; por eso una vez más entrevisto a Andrés Accorsi, un ícono de la revista.
Para los colgados que no leyeron la entrevista anterior, pueden pasar por acá, de paso nos ahorramos presentaciónes y otras dudas.

Vamos a los bifes!

La última Comiqueando salió salió en Mayo del 2009. Desde ese entonces, hasta ahora, que han estado haciendo con el staff?

Y, más que nada laburando muy duro para afianzar la Komikku, que hace un tiempito empezó a caminar a un paso cada vez más firme. En el medio también hubo un número de Power Magazine al que le pusimos todo, y además, el laburo de todos los días: la Comiqueando Online, el podcast, la presencia en cada vez más eventos (sobre todo del palo del animé), viajes por varias ciudades del país para dar charlas, todas esas cosas. Igual, la Comiqueando estaba lista para salir en Mayo. En ese momento no salió por un problema que nos excedió por completo y decidimos aguantarla para Julio. O sea que el paréntesis debió haber sido de 12 meses, no de 14, pero a último momento tuvimos que demorarla. Ahora para la próxima falta menos. Yo calculo que a mediados de Octubre, como muy tarde, tendríamos que volver a salir.

La nota de tapa de la nueva Comiqueando es sobre el Comic Yanki noventoso, etapa en la que nos iniciamos muchos de nosotros. Pese a la cantidad de títulos basura que hubo, creés que a veces pesa más el cariño por los personajes con los que uno empezó? A la hora de comprar comics eso influye? O es solo la familiaridad y costumbre de leer al que uno siente conocido, dentro del mismo universo, con sus aliados y enemigos?

Ni idea… Yo creo que pasa por el lado del hábito, para bien y para mal. O sea, si te acostumbraste a comer mierda, por ahí el día que hay cappelettis con crema ni los probás porque huelen demasiado distinto a la mierda. Yo hace mil que no compro por hábito. Si estoy comprando –ponele- Captain America y mañana se va Ed Brubaker, o se queda, pero empieza a escribir sagas chotas, la largo sin ningún problema. Así como me acostumbré a leerla, me acostumbro a no leerla más. El cariño existe, no te lo voy a negar, pero diez números chotos de cualquier serie te lo matan rapidísimo, y más con lo que cuesta hoy la merca importada.

La revista siempre se carecterizó por ser amplia en contenidos, la puede comprar desde un erudito en el tema hasta alguien que no leyó una historieta en su vida. Como llegan a definir el contenido y en que se basan?

Es un mecanismo raro, en el que participamos cinco personas. En general se parte de una nota grossa para la tapa y siempre tiene que haber un par de temas más bastante gancheros, que son los que están en las pantallitas. Una vez que las cubrimos, viene el Viva la Pepa, que es preguntarles a todos los colaboradores qué nota limada, oscura o ignota tienen ganas de escribir, y sorprenderlos cuando tiran cualquier fruta y les respondemos “Dale para adelante”. A veces, Fede o yo nos hacemos los boludos a la hora de asignar las notas protagónicas, para sacarnos alguna leche en materia de notas oscuras o bizarras. La idea es que todos hagan algo que les copa, y que en cada número participe mucha gente, así se nota que es un laburo coral.

En el nuevo número, también hay una nota de Gundam, un animé clásico de mechas. Pese a tener la Komikku, publicación hermana, no dejan de meter una notita de manga o anime en la Comiqueando. Esto se debe a mantener la identidad y variedad de la revista, verdad?

Totalmente. La Komikku es de manga y animé. La Comiqueando es de historieta y animación de todo el mundo. Si pasara a ser “de todo el mundo menos Japón” se estaría desvirtuando el concepto. Igual la nota de Gundam de la Comiqueando es MUY introductoria. Esa nota, publicada en Komikku, tenía que ocupar nueve o diez páginas e ir mucho más a fondo. Lo mismo el día que en Komikku hagamos una nota de Black Jack. Si ponemos la que salió en Comiqueando (que es excelente) los lectores de Komikku nos vienen a buscar con antorchas. Está bastante claro que son públicos distintos y que exigen cosas distintas.

Hay un caso parecido en Komikku, donde metieron una linda nota sobre Usagi Yojimbo, que pese a que tenga algo que ver, no es manga propiamente dicho. Está el prejuicio boludo del lector de "manga si, comic no" y viceversa, no?

En todos los números de Komikku hay alguna nota sobre un comic occidental. Tratamos de que tenga algún punto de contacto estético o temático con el manga y lo mandamos, frente-march. Hay lectores que lo aplauden y otros que no lo entienden, o que llega “la nota occidental” (como le decimos nosotros) y le hacen zapping, de una. La idea obviamente es subrayar que Japón no es el único país donde se producen buenas historietas, o historietas que le puedan interesar al fan del manga. Y está bueno, es un espacio jugado. Llegamos a meter una nota de un comic boliviano, y con eso está todo dicho.

Con Komikku vienen apostando también a una buena variedad, pero obviamente, englobado en manga, anime, cultura oriental, etc. ¿Se hace difícil llegar al lector de manga argentino con cosas desconocidas por estos lados? Porque algunos leemos de todo un poco, pero a rasgos generales la mayoría está acostumbrado a lo que consumió por Ivrea, y casi todo es pochoclo, digamos.

Sí, al principio, sobre todo, se hizo MUY cuesta arriba. Con el correr de los números, me parece que la gente empezó a entender de qué va la Komikku, por qué metemos notas de mangas clásicos, de mangas oscuros, de bizarreadas que nadie en su sano juicio querría conocer y de mangas fundamentales que nadie conoce porque los editores locales prefieren editar pochoclo regurgitado. Incluso algunos se dan cuenta de para qué sirve leer sobre los mangas “desconocidos”. Es un riesgo que asumimos y que estamos seguros de que a la larga va a dar algún fruto. Pero sí, al principio nos puteaban, nos pedían Naruto y Dragon Ball.

Otra cosa que en los primeros números no se entendía del todo y ahora se entiende y se valora más es la Mesa Ledonda. De a poco estamos logrando que el lector de manga entienda que al manga también se lo puede criticar. Meter en la ecuación el factor Calidad, tirar conceptos de “bueno-malo” que –coincidas o no con lo que opina el crítico- te ayuden a formar tu propio criterio para leer y para discutir con lo que leés. Nosotros creíamos que esto se iba a aceptar con total naturalidad, como pasó en los ´90 cuando salió la Comiqueando con la Mesa Redonda (en realidad, con un montón de secciones que hoy aparecen –mínimamente camufladas- en la Komikku). Pero nos encontramos con que no, con que muchos fans del manga no se bancan que alguien diga que tal autor afana a tal otro, que tal argumento no tiene sentido, que tal serie prioriza el fan service pajeril por sobre el desarrollo de personajes o tramas coherentes. Es un tema bravo, en el cual por suerte avanzamos mucho todos los números, pero al principio fue muy conflictivo. Incluso dentro del staff, más de uno dijo “Loco, paremos con la Mesa Ledonda, que sólo sirve para ganar enemigos”. Pero primó la opinión de que la Mesa tiene que estar, que es un elemento importante en la identidad de la revista, simplemente porque ninguna otra revista tiene los huevos ni la independencia para generar un espacio parecido.

La revi tiene notas sobre autores como Shintaro Kago o el capo de Hideshi Hino; si se editaran sus obras acá o ese tipo de mangas distintos a lo común, creés que habría público suficiente como para que sea redituable?

La de Shintaro Kago todavía no salió… Y la verdad no sé cuántos ejemplares tiene que vender un manga en Argentina para ser redituable. Yo creo que CUALQUIER manga de calidad tiene posibilidades de tener éxito, en tanto y cuanto la editorial lo apoye con publicidad. Hideshi Hino no es Naruto, en miles de sentidos, pero principalmente en el sentido de que no se vende solo. Necesita que el editor genere la demanda, no tiene una demanda pre-existente generada por un animé exitoso, tipo Full Metal Alchemist, o por un videogame popular, ni nada de eso. O sea que quien lo edite tendrá que gastar unos mangos extra en comunicar que esto existe y que está bueno por tal y tal motivo y que puede cebar a los fans de tal y tal cosa. Lo bueno es que por ahí lo compran bochas de fans de tal y tal cosa que en su puta vida compraron un manga, porque creen que los mangas no hablan de tal y tal cosa. Si la onda es no gastar un mango en publicidad, no le veo sentido a publicar nada que no tenga un animé prendido fuego en la tele.

Algunos ven a los fans del manga y anime como otakus enfermos, otros como una moda pasajera, y hay programas de tv que hasta los tildan de tribus urbanas. Como ves vos el ambiente?

Ehhh… de lejos ;) Nah, no sé, es un fenómeno complejo. Tribus urbanas no, ni en pedo. Eso es una idiotez grande como la cuenta bancaria de Akira Toriyama. Moda pasajera, a esta altura me parece que tampoco es. Y enfermos… es un palabra muy fuerte. Yo creo que el problema es que son mayoritariamente pibes muy jóvenes, que todavía no desarrollaron el gusto, el criterio estético. Nadie les dio las herramientas para discutir con lo que leen. Por el contrario, les inculcaron un consumo acrítico, como de zombies. Contra eso luchamos en la Mesa Ledonda…

Además son chicos que tienen su identidad en construcción y –lógicamente- optan por la fácil, que es construir identidad grupal. Por eso muchos terminan haciendo lo que hace el de al lado, sin estar 100% convencidos de que esa sea la posta. Si mis tres amigos leen Naruto, yo por las dudas lo leo. Si van al evento de animé, me prendo y si se disfrazan de cualquier verdura, yo también me disfrazo, para hacerles la gamba y cagarnos de risa entre todos. Total, nadie te toma examen de manga para subirte a un escenario a hacer cosplay.

Si la historieta nacional o el comic yanki tuviese más series de tv, animación, películas, cosplays, Bsos de bandas de rock conocidas, y demás... tendría la misma movida que genera el manga/anime? O pasa más por los temas que se abarcan, el sentirse identificado, las altas dosis de fanservice....? Será solo que una cultura tan distinta llama mucho?

Son varias cosas. Sin dudas, la cultura japonesa es MUY atractiva para los chicos de Occidente. No sé si es una cuestión de identificación, porque la vida del pibe de Tokyo se parece poco a la del de Rafael Calzada. Pero la pata fuerte del asunto me parece que es la audiovisual. Sin el animé en la tele ni los videogames en las consolas, no sé si el manga llamaría la atención de tantos pibes. Me parece que no, que muchos lo consumen como un merchandising derivado del animé que ven en la tele, o del videogame al que juegan en la compu. Lo más preocupante, por lo menos para mí, es cómo se cierran, cómo cuesta cada vez más que se ceben con algo que no parezca japonés.

En el país hay dibujantes de manga y grossos, como Walther Taborda (que también hace otras cosas), Patricia Leonardo, Andrea Jen, los Nupachi, etc. Pueden vivir de eso acá? parece imposible. Laburando para el exterior, quizás?

No, acá nadie vive de dibujar manga. Lo mejor a lo que podés aspirar es a laburar en estilo manga para una editorial yanki, con guionistas yankis. O sea, a hacer falso manga. Yo artista, no lo haría ni en pedo. O lo haría una vez, para sacarme la leche de hacer algo distinto, pero no me lo plantearía ni loco como una meta artística grossa de mi carrera, porque me parece que no da. Ni siquiera cuando realmente te identificás con ese estilo y te sale bien. Porque sigue siendo falso manga. El verdadero mangaka gana millones, tiene una legión de ayudantes, entrega 16 páginas por semana y tiene vía libre para contar una historia en no menos de 2.000 páginas. Y en Occidente eso NO existe, ni va a existir nunca. Se puede clonar el aspecto visual del manga, pero no la narrativa, porque esta es consecuencia directa del sistema de producción japonés. O sea que siempre te va a quedar algo a mitad de camino, siempre va a parecer una peli de samurais protagonizada por los chinos del supermercado.

Si Freakshow tuviese la posibilidad de editar comics y/o mangas, lo haría? Fuera de lo económico, de que depende?

No, no depende de nada. Está la decisión firme de no hacerlo, porque nos parece que no corresponde. Son tareas distintas que requieren capacidades distintas. Lo nuestro son las revistas de información y nos rompemos el culo todos los días para hacer buenas revistas de información. Si nos mandamos a editar comics estamos invadiendo un terreno que no nos corresponde. Y además, lo más importante: dejamos de ser creíbles como críticos. Cualquiera va a pensar que hablamos maravillas y recomendamos a pleno X-Poronga porque Freakshow publica X-Poronga y que hablamos mal de algún título de otra editorial, no porque sea malo, sino porque es un título que compite con X-Poronga y lo queremos hundir para vender más nosotros. Si convertimos a Comiqueando o a Komikku en house organs de la editorial, dedicadas a chivear a mansalva los comics que nosotros mismos editamos, nos vamos al descenso en 15 minutos. Además no funciona! Ivrea lo hizo a muerte, y Lazer desapareció. Muñones lo hizo y la Animate desapareció. No podemos ser tan pelotudos de hacer lo que siempre nos pareció antiético, y menos cuando resultó ser kamikaze.

Sé que laburás de distribuidor también, hay mangas entre esos comics y libros? cuales son los títulos que más se venden de todo tu listado?

Poquito manga. El 90% de mi catálogo es historieta argentina. Lo que más vendo son las revistas de Freakshow, cualquier cosa de Liniers, Gaturro (que aunque me parezca abominable nos da de morfar a unos cuantos), cualquier cosa de Gustavo Sala, los libros de Historieteca también anduvieron bárbaro, los tomitos de Cazador que no salen hace milenios… Esas cosas. Después hay varios longsellers, libros que salieron hace mucho y se venden bien siempre, todos los putos meses. Yo prefiero esos a los greatest hits, a los que hoy se prenden fuego y mañana no se venden ni por casualidad. En ese rubro me va muy bien con Dora (de Minaverry), cualquier cosa de Lucas Varela, El Campito (de Diego Agrimbau y Hernán Gutiérrez)… Esos vos sabés que los vendés siempre, sea un mes bueno, o un mes patético. Y cuando se agota uno de esos, te la querés cortar en fetas. El Perramus de Ediciones de la Flor fue el caso más típico. Se vendía parejito, todos los fuckin´meses del año, y un día se cortó el chorro y no hubo con qué reemplazarlo. Un bajón, mal.

Tenes un blog donde contás diariamente lo que vas leyendo, y no una reseñita por comic sino un pedazo de crítica. Parece, por la diversidad, que no le hicieses asco a nada. Que comics y autores no lees?

Es verdad, lo mío se pasa de ecléctico, ya es casi esquizofrénico. Pero es así, todo me llama la atención como para leerlo. El único terreno donde no me meto ni drogado son los mangas de muchos tomos. Death Note tiene 12 y hasta ahí llego. Pero un manga de 38 tomos, ni me interesa. Aunque sea la Octava Maravilla del Mundo, si dura 38 tomos metétela en el orto. Porno también, leo poco. Historieta infantil, poco.

Autores, no sé, no tengo una lista negra. Hay tipos de los que ya leí varias obras que no me gustaron, pero si me cae medio de rebote algo nuevo, que no conozco y que algún amigo o colega recomienda con énfasis, lo leo de una, sin ningún prejuicio. Frank Miller, por ejemplo. Las tres últimas que leí de Miller (Sin City: Hell and Back, el DK2 y All-Star Batman & Robin) me parecieron faltas de respeto imperdonables, verdaderas bazofias, pero si mañana saca algo nuevo y la gente con gustos afines a los míos me dice que es grosso, no dudo en leerlo, y ni siquiera en comprarlo. Creo que si viene bien recomendado, puedo leer hasta un comic de Rob Liefeld o de Masami Kurumada, que son tipos cuyo dibujo me daña las retinas. Hago de tripas corazón y lo leo, a ver qué onda. Es así, nomás. Para cualquier cosa que tenga viñetas, tengo el sí fácil…

Desde ya, muchas gracias a Andrés por la entrevista y buena onda.

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